Estaba petrificada mirándolo, sus labios
rozaron los míos y su aliento embriagador
inundó mi boca hasta la garganta, mientras
mi mente trataba de procesar su propuesta.
Con un dedo recorrió mis labios sin quitarme
la vista de los ojos.- Anda, compláceme, quiero ver como lo
hiciste - pidió de nuevo.Entonces se sentó en la orilla de la cama, yo
sentía que mi corazón se me salía por la boca,
nunca antes había experimentado algo así,
pero, él lograba sacar una parte de mí que
desconocía que tenía, así que le sonreí
seductoramente y comencé a desabrochar mi
blusa mientras las yemas de mis dedos
acariciaban la piel que iba quedando al
descubierto. Él tenía sus ojos fijos en mí y esa
era razón suficiente para estar excitada.Le di la espalda y bajé la blusa de un lado,
desnudando uno de mis hombros, después
bajé la otra parte y acaricié mi otro hombro,
finalmente me quité la blusa y la tiré al suelo,
desabroché el sostén y me lo quité. Me di la
vuelta con mis manos sobre mis senos que
impedían verlos, me los acaricié con los
dedos pulgares sin quitarle los ojos de
encima, me masajeé los senos y después
jugueteé con mis pezones apretándolos un
poco y él colocó su mano sobre el bulto que se le marcaba en el pantalón, yo le sonreí, me agradaba demasiado ver que yo era la
causante de esa erección. Nuevamente le di la
espalda y bajé el cierre de mi falda que
instantes después cayó al suelo, dejando a su
vista mis nalgas con una sutil tanga de encaje
que comencé a bajar lentamente.Una vez completamente desnuda me senté en
el sillón frente a él, que ya se había librado de
la prisión de su pantalón y acariciaba su
erección, eso me impulsó y me acaricié el
cuello, mi mano bajó por entre mis senos,
pasó por mi estómago y finalmente se colocó
en mi parte más íntima, me arqueé un poco
mientras me frotaba con dos dedos que
después inserté y saqué en repetidas
ocasiones ya jadeando, cerré los ojos al sentir
que casi llegaba al orgasmo cuando, de
pronto, él me detuvo, evitando que eso
sucediera. Tomó mis dedos y se los llevó a la
boca, los chupó unos instantes, después soltó
mi mano y vi cómo se colocaba el condón, se
colocó sobre mí y se introdujo de un tirón,
emití un grito al sentirlo dentro con esa
fuerza, sus manos sostenían mis piernas a la
altura de las rodillas mientras entraba y salía
de mí fuertemente, gimiendo al igual que yo,
su expresión retorcida me fascinaba y
entonces lo detuve obligándolo a salir de mí,
me miró confundido.–¿Que haces? - preguntó con la voz entrecortada.
- Lo que me pediste, complacerte - susurré
en su oído.Hice que se sentara en el sillón y yo me senté
encima de él, hincada son las piernas
abiertas, absorbiendo su miembro en mi
interior, él puso sus manos en mi cintura,
pero, yo las retiré y las entrelacé con las mías
colocándolas a un lado de él, impidiéndole
que me tocara, él me miró fascinado mientras
yo me movía libremente lamiendo su cuello y
después gimiendo en su oreja, asegurándome
que mi aliento le llegara al interior. Comencé
a moverme con más velocidad, faltaba poco
para llegar al éxtasis y juntos lo alcanzamos
emitiendo un gemido bastante audible. Me
dejé caer sobre su hombro y le solté las
manos. Emití otro gemido que no pude evitar
y él soltó una risita. Me senté a su lado con
las piernas temblorosas recuperando poco a
poco mi respiración normal, de pronto un
gruñido proveniente de mi estómago hizo que
me avergonzará.- El ejercicio intenso provoca hambre - dijo
sonriendo.- Sí, la falta de alimento también, hoy no
comí porque...- él arqueó una ceja y
entonces recordé las reglas, estaba a punto de
dar más información de la necesaria - no me dio tiempo- terminé diciendo.
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¿Estás libre está noche?-Louis Partridge
Fiksi Penggemar𝘛𝘳𝘦𝘴 𝘴𝘪𝘮𝘱𝘭𝘦𝘴 𝘳𝘦𝘨𝘭𝘢𝘴: 1. 𝘕𝘰 𝘯𝘰𝘮𝘣𝘳𝘦𝘴. 2. 𝘕𝘰 𝘱𝘳𝘦𝘨𝘶𝘯𝘵𝘢𝘴 𝘱𝘦𝘳𝘴𝘰𝘯𝘢𝘭𝘦𝘴. 3. 𝘕𝘰 𝘭𝘢𝘻𝘰𝘴 𝘢𝘧𝘦𝘤𝘵𝘪𝘷𝘰𝘴. 𝘚𝘰𝘯 𝘭𝘢𝘴 𝘪𝘯𝘥𝘪𝘤𝘢𝘤𝘪𝘰𝘯𝘦𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘭 𝘥𝘦𝘴𝘤𝘰𝘯𝘰𝘤𝘪𝘥𝘰 𝘭𝘦 𝘥𝘢 𝘢 _____ 𝘦𝘯 �...