Capitulo 17

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NARRA KAT

Me despierto gracias a los rayos del sol y me giro quedando acurrucada en el pecho de Damon. Levanto un poco mi cabeza y me quedo mirándole. Sin ser un acto consciente, empiezo a darle besos en el pecho, pasando por su cuello y llegando a su oreja; paro y me aparto para poder ver mejor su cara. Él poco a poco abre sus precioso ojos azules.

- Buenos días, niña- dice con voz baja y ronca.

- Buenos días.

- ¿Cuanto llevas mirándome?- pregunta con una sonrisa burlona.

- Se podría decir que un rato- digo y sonrío también.

- ¿Y te gusta lo que ves?- pregunta acercándose.

- No mucho la verdad- contesto con burla.

- No decías lo mismo anoche- le miro y sube y baja las cejas.

- ¿Podrías dejar de ser así de pervertido? Joder, te acabas de levantar- le digo intentando aguantar la risa.

- Despertando a tu lado, no serlo es todo un reto.

- Que imbécil eres- ruedo los ojos.

- Sí, pero sales con éste imbecil- dice y se va acercando aún más.

- Por supuesto, alguien te tiene que ayudar con tu retraso- me empiezo a reir, él sonríe de lado, y se sube encima mío, haciendo presión pero no la suficiente como para aplastarme y acerca su cara a la mía.

Cuando pienso que me va a besar, se para a milímetros de mis labios. Los mira y después me mira con una sonrisa burlona, gira su cabeza un poco y roza sus labios con los mios para acabar dejando un suave beso en mi mejilla, me da otro en la otra y con un ultimo beso fugaz en mi cuello, se levanta y se empieza a vestir. Le miro aún embobada y medio enfadada. Se gira y me mira sonriente.

- ¿Qué te pasa niña, te han dejado con las ganas?- pregunta poniéndose los calcetines, y obviamente, no se iba a poner la camiseta porque ver esos abdominales bien trabajados contribuiría a mi tortura.

- Tú vas a acabar con ganas, imbécil- eso último lo digo en bajo para mí misma, me levanto de un salto de la cama y me encamino a la puerta.

- ¿Es una amenaza?- me pregunta llendo hacia el baño.

- Es casi un hecho- digo y me voy de la habitación para ir a la cocina.

*******

Cuando entro en la cocina, me encuento con David desayunando.

- Buenos días- le digo, cojo los cereales y me hago el desayuno.

- No parecen buenos para ti, cuñada- dice con una sonrisa irónica.

- Te metería esta cuchara por donde no luce el sol si no la fuera a usar para desayunar- digo señalandole con la cuchara.

-Tan simpática por las mañanas como siempre- oigo pasos y al poco, Damon entra en la cocina.

- Buenos días- dice y se sienta al lado de su hermano con una tableta de chocolate .

- Hola- saluda David, seguido me mira a mí con una ceja levantada y una sonrisilla.

- Vete a la mierda- digo y me siento en frente de los hermanos a desayunar. Miro al frente y Damon me mira, parte una onza y se la come, se relame los labios y me giña el ojo. Se levanta y le deja el chocolate a David.

- Niña, hay que entrenar- me dice.

- Voy- me levanto y friego el bol.

Subo a mi cuarto y me cambio, unas mallas cortas negras, una camiseta térmica azul cielo y mis zapatillas de correr.

El Principio De TodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora