Epílogo

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Me despierto y veo una habitación blanca. Giro mi cabeza y ahí está Damon, con la boca y un ojo abiertos. Me rio y un pinchazo hace que suelte un gemido de dolor. Al tocar mi cabeza, siento que tengo una venda. Damon se despierta y rápidamente viene hacia mí.

- ¿Qué tal estás?- pregunta pero yo solo quiero respuestas.

- ¿Qué ha pasado?

- Te enteraste de lo que realmente pasó con tus padres y te fuiste de casa...

- De eso ya me acuerdo- le interrumpo-, y viniste detrás de mí y...-intentó recordar pero esta todo borroso- No recuerdo lo que pasó.

Damon se sienta a mi lado y me agarra las manos. Me besa en la frente, donde tengo la venda y me la quita mientras dice:

- Saliste a la carretera y vino un coche. Te avisé de que venía, pero no paraste y cuando quise ir a pararte, era demasiado tarde.

Ahora que me lo ha recordado, las imágenes más o menos vuelven a mi cabeza. No siento nada de dolor en ninguna parte de mi cuerpo y eso me extraña, ya que me ha atropellado un coche. Otra cosa que me extraña es que al estar en un hospital, todavía no haya venido nadie a verme. Lo que me lleva a preguntarme si estoy verdaderamente en un hospital.

- ¿Cuánto tiempo levo dormida?- pregunto.

- Tres días.

- ¿Dónde estoy?

- En casa.

Esa respuesta me confunde mucho. En mi casa no hay ninguna sala así y en la de él que yo sepa tampoco. Con lo cual me lleva a preguntar:

- ¿En casa de quién?

- Mi casa. Sé que te preguntas de dónde ha salido esta habitación. Pues bien, es una sala oculta. Nunca has estado aquí. Esta sala la utilizamos cuando alguien se hiere o le ocurre algo muy grave como te ha pasado a ti- contesta muy nervioso y evita mi mirada.

- ¿Te ocurre algo?- pregunto intentado que me mire. Como no lo consigo, le cojo la cara y hago que me mire.

- No, a mi no.

- ¿Les ha pasado algo a Veronica o a Key?-Niega con la cabeza- ¿Y a tu hermano?- vuelve a negar- ¿Entonces a quién?

Hace un gesto con la mano que indica que espere y se levanta de la cama. Me incorporo un poco y le veo aparecer con algo en la mano. Cuando se vuelve a colocar a mi lado, de pie, dice:

- Un día me dijiste que querías que te convirtiese... Y yo me negué. Te dije que nunca haría algo así, si no hacía falta. Si no estuviera desesperado para hacerlo. El otro día, cuando te vi en el suelo, fui hacia ti lo más rápido que pude y vi que no respirabas... Tu corazón no latía. Estaba desesperado. Quería volver a verte sonreír. Volver a verte frustrada por cualquier cosa. Me di cuenta de cuan enamorado estoy de ti. De cuanto te quiero. De lo que te necesito y no pude hacer otra cosa.

- Espera, espera, espera un momento. Me estas diciendo que...- agacha la cabeza y asiente.

Levanta el espejo y veo mi piel más clara de lo normal y el pelo mas negro. Lo que le pedí se ha hecho realidad. Antes de lo que me esperaba pero se ha hecho. Y por una parte estoy feliz peor por la otra estoy enfadada. Podría haber vivido más pero ya no va a ser posible, me quedaré con 17 años el resto de mi vida. ¿Hijos? ¿Podré tener? Aunque eso la verdad no me importa mucho. La pregunta que más me lía la cabeza es si voy a tener la regla durante todos los años que me quedan por vivir. ¿Las vampiresas menstrúan?

- ¿Por qué estas así? Te lo pedí yo. Tú me lo negaste pero al final lo he conseguido...

- Lo que me jode es que no vas a poder pasar de los 18. No vas a ser mayor de edad. Por mi culpa tu vida va a ser peor que antes. Te conté lo que mi hermano y yo hicimos nuestros primeros año y no quiero que eso te pase a ti.

- No me va a pasar. Te tengo a ti para que eso jamás ocurra.

Sonríe y me besa en los labios. Es diferente. Es como si no lo hubiese besado en mucho tiempo. Como si algo hubiera cambiado entre nosotros. A parte de que yo sea un vampiro. Igual soy yo la que lo nota diferente...

******

- ¿Sabes que duermes con un ojo abierto?- digo riéndome.

- No dormía. Reposaba los ojos- sonríe de lado.

- Claro, lo que tu digas- pongo los ojos en blanco y me besa.

Estamos en la cama de nuestra habitación. Ahora que los dos somos de la misma especie, no hace falta que se resista para no hacerme daño en ningún momento. Todo es mejor en la cama.

Después de que viniera Verónica con Key a ver como estaba, nos metimos en la cama y no hemos salido de la habitación en ningún momento.

Le tuvimos que explicar a los cuatro lo que me había pasado y lo que hico Damon para que yo siguiera con vida. A David y a Zack les pareció bien, iba a formar parte de su familia. Pero a Vero y a Key no tanto. Después de hablar con ellos durante diez minutos para que comprendieran que si no hubiese hecho eso no estaría hablando con ellos en ese momento, nos dijeron que se alegraban.

- Todavía tenemos que solucionar una cosa- asiente y nos preparamos.

********

El árbol doblado queda detrás nuestro y entramos en un túnel oscuro. Los otros tres chicos que llevo a mi alrededor se preocupan por mí en vez de por ellos mismos. Son tontos, pero estos tontos que tengo por familia, me encantan. Llegamos al final y quedamos frente a una puerta. Mis manos tiemblan de rabia y Zack me coge del brazo. Damon abre la puerta y corro hacia dentro sin importarme lo que hay.

- Hola hijos de puta.

Jeremy y Lauren aparecen ante mis ojos y con la rabia acumulada en mi interior le pego una patada a Jeremy a la vez que mi puño impacta en la cara de Lauren. Sigo pegándoles aprovechando su debilidad y mi fuerza de recién convertida. Sonrío mientras se ganan todo mi enfado contra ellos. Paro cuando ya creo que he ganado y miro a los chicos. Damon está con una sonrisa, orgulloso y los otros dos están con la boca abierta.

Cojo lo que David lleva en las manos y les echo gasolina a los dos subnormales que me han hecho la vida imposible. Lleno toda la habitación del liquido con el olor más espantoso que puede haber y cojo la caja de cerillas que he cogido de casa. Enciendo una y la tiro al medio de la sala. Cierro la puerta de metal y pongo el cierre de seguridad.

- ¿Vamos?- pregunto y asienten.

Cuando salimos del túnel, cerramos la entrada y les decimos a David y a Zack que sigan andando. Me giro a mi amor y le pregunto:

- ¿Entonces aquí acaba mi vida?- niega con la cabeza. Sonrío y sonríe. Me besa y después de esta demostración de afecto en la que me ha dejado locamente todavía más enamorada, dice:

- No. Este es el principio de tu vida. Este es el principio de la mía al tenerte a tí. Este es nuestro principio. Este es el principio de todo.

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Gracias por leer esta historia. Espero que os haya gustado

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