El Principio De Todo

Capitulo 7

NARRA VERÓNICA

 Estamos en el coche de Key, cuando le he visto que estaba tan guapo y nervioso, me he puesto muy contenta.

- Vale... ¿Y a donde vamos a ir?- le pregunto.

- Es una sorpresa, lo sabrás cuando lleguemos- me dice sonriente y mirando al frente.

Para romper el silencio incomodo que hay, enciendo la radio y esta sonando Live your life de Mika, como me la sé empiezo a cantarla acompañada de Key. Nos sonreímos y seguimos cantando.

Después de 20 minutos en coche aparca en frente de una playa. Sale del coche y me mira sonriente mientras viene a abrirme la puerta. Me da la mano para ayudarme a bajar.

- Ya hemos llegado- me dice señalando a la playa.

Me quedo mirando al mar mientras me coge de la cintura y me aparta el pelo de la cara.

- ¿Te gusta?- asiento, me coge de la mano y tira de ella con suavidad- Vamos.

Le sigo y me lleva a un restaurante en la orilla.  Cuando estamos dentro, nos atiende un camarero y nos lleva a una mesa en una plataforma que tiene vistas al mar. El restaurante es elegante, es de madera y tiene cuadros colgados en las paredes.

- Key... Esto es precioso- digo mirando al horizonte.

- Pensé que te gustaría y he acertado- dice sonriente y le miro agradecida.

- Buenas noches, aquí tienen la carta- nos las entrega una camarera y se va.

- No sé que pedir, hay tantas cosas.- digo mirando la carta.

- Pide lo que quieras, invito yo.

- No hace falta, tengo dinero aquí.

- No, de verdad, insisto- me dice cogiéndome la mano y mirándome a los ojos y me pongo roja.

- ¿Han decidido lo que van a comer?- nos dice una camarera y dirigimos toda nuestra atención a ella.

"Menos mal que ha aparecido"

- Si, yo quiero un risotto y un bistec- digo mirando a la carta.

- Muy bien, ¿y usted?- le mira a Key.

- Lo mismo, gracias.

- ¿Y para beber, que quieren?

- Vino- le miro mal- Solo una noche, te va a gustar- asiento.

- Vale.

Le entregamos las cartas y se va. Al de un rato, nos traen la comida. Pruebo mi risotto y esta buenísimo.

- Esta buenísimo- dice Key interrumpiendo mis pensamientos.

- Si, es verdad.

Y no hablamos más. Después nos traen el bistec y me quedo igual.

- ¿Como conoces este sitio?- pregunto con el tenedor en la mano.

- Pues... Cuando era pequeño, solía venir con mis padres en verano, y cuando nos quedábamos hasta muy tarde en la playa, veníamos a este restaurante.

- ¿Y hace cuanto que no venís?- pregunto mirándole a las ojos.

- Desde hace ocho años- dice agachando la cabeza.

- Ah- digo, cojo la copa de vino, le doy un sorbo y seguimos comiendo en silencio.

"La verdad es que el vino esta muy bueno"

Cuando terminamos de comer, aparece de nuevo la camarera, nos coge los platos y se va. Al de poco tiempo vuelve con la libreta en la mano y también dos cartas.