•A PESAR DE LA DISTANCIA } Artemis Hidalgo
Aveces el rencor, el odio, la decepción, es más gran que todo el amor acumulado, todo ese cariño de años, todo esos sentimientos que tanto anhelaste que salieran a la luz, se ve opacado por la inseguridad...
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—Entonces yo le dije que estaba en lo correcto pero que no me parecía buena idea.
Lilian asintió una vez más mientras escribía apresuradamente en su computadora portátil, el sueño la estaba alcanzado y las dedos le ardían horrible, pero tenía que acabar lo antes posible si quería una buena calificación extra en su expediente. Robert seguía hablando sobre su cita fallida el sábado pasado, pero ella apenas si prestaba un poco de atención.
—¿Lili, me estás escuchando?
—Sisi.—Lo miró de reojo.
La repuesta era más que obvia, era claro que no lo escuchaba, lo decía su ceño fruncido y los leves jadeos cuando se equivoca de letra cada dos líneas.
—Mejor te dejo terminar, mañana hablamos con más tranquilidad.
—¡No!—Dejo de prestarle atención a su computadora para esta vez mirarlo de frente.—Quédate un rato más, perdona ya casi acabo, te prometo que escuchare con total atención.
—Bueno...—Dijo no muy convencido.—No quiero molestar, pero ya que insistes.—Se levantó de su asiento.—Por lo mientras iré a buscar algo de comer en tu nevera.
—Claro, estás en tu casa.
—Lo se.
Lo perdió de vista en cuanto esté cruzo la puerta directo a su cocina. De nuevo se enfocó en su tarea de redacción sobre la ilustración y sus desiguales con las empresas de hoy en día.
Faltaba poco para graduarse, si quería poder trabajar en una buena empresa en Carolina del Norte tenía que obtener la mayor calificación final posible, aunque todo el tiempo estuviera estudiando y trabajando sobre nuevos proyectos extras, todo eso pronto valdría la pena.
Extrañaría su pequeño espacio en Boston, donde actualmente radica, extrañaría a los pocos amigos que hizo en su estancia en la ciudad y su universidad, al igual que extrañaría a Robert, aunque sabría que este de vez en cuando podría visitarla en su hogar en cuanto regrese. Pero aunque extrañara eso estaba un poco emocionada, volvería a ver a sus padres que solo los veía en vacaciones de invierno y verano cundo la visitaban en Boston, volvería ha ver a Claudia, Martha, Apolo y a Manuel. Los extrañaba con todo su ser, en todos estos cinco años no pudo verlos, aunque más bien ella nunca quizo ni pudo ir de nuevo a Carolina del Norte en todo este tiempo.
