Mentiras Verdaderas

CAPÍTULO 23

Hermione acomodaba los libros con una extremada fuerza, sus nervios estaban de puntas, y acomodar libros siempre la ayudó a tranquilizarse, posicionaba cada libro en unos anaqueles a su derecha, uno tras otro en fila, pero aunque acomodó toda una ilera de libros sus nervios no mermaban, respiró hondo , bajó su mochila en una mesa y luego tomó un montón de libros del otro anaquel a su izquierda y los comenzaba a apilar en la mesa de madera junto a su mochila , los apartó por tamaño y grosor, estiró el brazo para agarrar un par de ejemplares de atrás del segundo pilar y el primer pilar de libros se derrumbó, empujando su mochila al piso, libros, plumas y rollos de pergamino se esparcieron por el suelo, y varios frascos de tinta se rompieron.

- Maldición!!! - maldijo Hermione por lo bajo y se puso en cuclillas juntando velozmente los libros y pergaminos para que no se manchara por la tinta, los puso en la mesa, trató de alcanzar un pergamino alejado de ella, pero ya era muy tarde, el pergamino ya se había manchado por la mitad con tinta negra, el trabajo de runas antiguas que le tomó realizar toda la noche se había perdido , Hermione echó un gemido de rabia.
Enterró la cara entre sus rodillas con frustración, sus rizos cayeron a los lados, era obvio que los libros ahora no la ayudaria,

- Hola - escuchó una voz, ella levantó la cabeza lentamente y vio a Harry parado frente al charco de tinta mezclado con plumas y un pergamino ahora consumido totalmente por la tinta.

Harry observó atentamente a la castaña en cuclillas frente a el charco de tinta, abrió la boca para hablar, pero Hermione fue más rápida y se puso en pie.

- Viniste - le dijo ella con cara de pocos amigos, se quedó parada en su lugar frente a él, ellos solo eran separados por el charco de tinta en sus frentes.

- Sí, bueno, dijiste que querías hablar y aquí estoy - dijo Harry con la respiración algo agitada por haber echo una carrera hacia la biblioteca.

Hermione se giró y guardó lo poco que había podido rescatar de su mochila caída, metió sus libros, unos pergaminos y..., se acabó de percatar que sus plumas se habían manchado totalmente de tinta, sin contar que ya no tenía tinta para escribir, ella lanzó un resoplido.

- Te olvidaste de recoger ésto - dijo Harry, Hermione se giró y observó en su mano el broche de pelo con el lirio de plata brillante frente a sus ojos, Hermione estiró la mano y lo tomó.

- Ah si, ésto - dijo ella con firmeza levantando un poco el broche de pelo, ella respiró hondo y miró a Harry, que ya tenía sus verdes ojos puesto en ella de nuevo.
- De ésto, quería que hablemos - dijo Hermione poniendo el lirio en la mesa, Harry miró el lirio como si quisiera calcinarlo con los ojos.

- Que pretendías Harry??, - preguntó Hermione entornando los ojos - Te conozco Harry!!!, pensaste que yo y Malfoy teníamos algo???, pensaste que me gustaría saber que yo le interesó??.

Harry se apretó los labios, quizás para retener algo que era inevitable que saliera de sus labios.
- Sí, eso pensé - contestó al final Harry - Y yo también te conozco Hermione, te conozco cuando te pones nerviosa por alguien, y tú estabas muy nerviosa y sonrojada cuando nos dijiste lo que Malfoy te había dicho, o cuando te guiño y te sonrió en el aula te sonjojaste aún más!!! - se descargó Harry, y la rabia de acerrato se arrastró de nuevo hasta la biblioteca.

Hermione se apretó los labios, y sus mejillas se ruborizaron levemente .

- Sin mencionar que llevas ése.. Ése.. Regalito que él te hizo - dijo Harry con voz de rabia haciendo un ademán despreciativo con la cabeza hacia el broche de pelo .

Hermione frunció el ceño pronunciadamente y esa mirada significativa apareció en sus ojos, sí, esa mirada a la que Harry y Ron temían, pero en ése momento Harry no se inmutó, no, porque él tenía casi la misma mirada desafiante y temible que ella, aunque la castaña nunca demostró alguna clase de temor ante esa mirada del pelinegro.