CAPÍTULO 6

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Con el comedor repleto de los estudiantes de las cuatro casas, dos chicos de la mesa de Gryffindor eran el centro de atención de todo el lugar, apabullados por miradas muy mal disimuladas y cuchicheos acompañados, por risillas estridentes por lo bajo, Harry y Hermione se encontraban tiesos en sus asientos.

La castaña entrelazó las manos con fuerza sobre el regazo, sosteniendo sobre las piernas un libro que se titulaba "Runas y magia antigua del viejo Egipto", sus dedos estaban sujetos con tanta energía por la tensión sobre el libro, que los nudillos de los dedos eran visibles a plena vista, ella estaba casi cabizbaja, observando con atención un vaso de jugo de calabaza en su frente, no observaba el jugo por parecerle interesante, si no porque no se atrevía a levantar la mirada y enfrentar a esos miles de ojos que la miraban con curiosidad y prejuicios , Hermione en verdad se sentía totalmente incómoda, en definitiva ella no era una chica que quisiera llamar la atención, y aun peor, llamar la atención por el rumor tan desagradable que murmuraban los estudiantes en los pasillos, el cual catalogaba a la castaña como una quita novios,

Harry estaba sentado a su lado, con un poco de nervios, ya que también había notado las curiosas miradas y los bajos murmullos de los otros estudiantes, el enterarse que, Harry Potter y Hermione Granger eran novios, después de ser mejores amigos desde el primer año había sorprendido definitivamente a todo Hogwarts, aunque había uno que otro estudiante que lo había felicitado por atravesar con éxito el friendzone con la castaña,a la cual Harry solo respondía con un asentimiento de cabeza y una sonrisa forzada, en cambio otros estudiantes lo miraban con una especie de rabia contenida, pues se había enterado que su amiga despertaba mucho interés de unos cuantos chicos, y uno de ellos le había pasado factura cuando se cruzó por el pasillo con uno en especial , uno de los más violento fue Cormac, el cual casi lo tumbó al piso por codearse con demasiada fuerza con el pelinegro, el cual luego se disculpó falsamente con Harry en tanto lo fulminaba con la mirada ,

Harry lanzó un impresionante suspiro y bebió de un largo trago del cuarto jugo de naranja que se había bebido en menos de dos minutos , luego observó de reojo a Hermione, y notó la tensión de su amiga , bajó los ojos y advirtió las manos sujeta con tensión de la castaña, y claro!! , era obvio que él sabía los motivos de esa tensión, su amiga le había dicho que hacerse pasar por novios no sería fácil, y ahora lo entendía, Harry pensó que quizás tomándose de las manos todo pasaría inadvertido, pero luego de pensarlo bien advirtió que tomarse de la mano como amigos era diferente que tomarse de las manos de forma romántica, Harry se apretó los labios y volvió a servirse más jugo , era su quinto vaso de jugo de naranja y se la volvió a tomar de un solo trago, Harry pensó en ése momento que sería bueno que esos vasos de jugo fuera cerveza de mantequilla, o quizás vasos de Hidromiel estaría mejor así enfrentar esta situación , observó de nuevo a la castaña que seguía igual de tensa, y él seguía igual de nervioso, mientras tanto un tercero, pelirrojo, frente a ellos se acercaba su tercer plato de pollo asado , con patatas, Ron se devoraba con gusto su almuerzo.

Hermione lo miraba ceñuda y con los labios fruncidos, Ella abrió la boca y, a continuación, la cerró de nuevo rápidamente, y lanzó un resoplido.

- Hermione... - dijo Harry a su lado inclinándose hacia ella como normalmente lo hacía - Porque.. No comes algo. - propuso el ojiverde con algo de preocupación, pues la castaña no había probado bocado, en ése momento se alzó un murmullo generalizado del gentío , como esperando con espectativa que sucediera algo , luego Escucharon en voz muy baja, " oh miren se besaran!!! "
Hermione respiro profundamente y se levantó con vehemencia de un salto y lanzó una mirada de intimidación a su curioso público que esperaban con expectativa la demostración de amor entre éstos dos , al instante el estudiantado se encogieron en sus asientos y las mesas volvieron a crujir bajo el peso de un sinfín de platos.

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