Dos

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El día era bonito para las dos.

Estaban desayunando y extrañamente Nayeon estaba dando besos en el cuello de la menor y eso a la contraria la tenía más que feliz.

Pero no siempre todo es feliz.

De la nada esos besos que al parecer eran inocentes se volvieron obscenos. El ambiente se transformó en otro.

A Mina siempre le ha gustado que Nayeon la use como juguete sexual pues para ella significa que la desea. Total deseo.

Los hilos de Mina se mueven siendo controlada para que no se queje, de su boca solo saldrían gemidos y jadeos, no más.

Ese día sería largo, ya que no es como que la coreana sea gentil muchas veces con ella o que se canse tan fácilmente.

Y al parecer todo lo gentil ya no estaba. De un momento a otro ella ya estaba contra la mesa con la mejilla pegada en la madera y sus manos como soporte.

Nayeon se encargó de sacar toda la ropa que necesitaba -la inferior- y sin mencionar nada penetró de repente.

Sacándole un grito a Mina por la repentina penetración y dolor que le parecía insoportable al no estar preparada ni lo suficiente humeda.

A la coreana no le importó, lo único para ella era saciarse de Mina por el estrés de su trabajo.

Digamos que... ese día no fue bonito como empezó, por lo menos no para la japonesa que estuvo con dolor lo que quedaba del día y el siguiente.

Nayeon ni siquiera la dejó ir a comprar unas pastillas y tampoco ella fue a comprarlas.

Tuvo que usar el teléfono que pocas veces usa -por movimientos de la mayor- y llamó a Momo.

La japonesa mayor la aconsejó de nuevo pero ella seguía pensando en las palabras de Nayeon cuando se enteró de sus no muy bonitos consejos "Tu que les haces caso a eso Mina y ya no sales de aquí ni siquiera podrás ver a tus amigas otra vez ¿me entiendes bien?" Fueron las palabras amenazantes de la coreana a ello.

Así que solo tomó las pastillas y Momo se fue antes de que Nayeon se entere que estuvo ahí.

Aunque no fue así. Cuando Nayeon llegó era de noche así que solo sería cenar y ir a la cama, por lo tanto ahora estaban cenando. La japonesa sentada en las piernas de la contraria como siempre.

- Se que Momo estuvo aquí - después de estar en silencio por un buen rato, lo dijo con un tono poco agradable, enojado pero su apariencia calmada como si nada pasara.

- Solo me trajo unas pastillas para el dolor y se fue - pues no es mentira, pero aún así, Mina estaba asustada.

- ¿Te aconsejó de nuevo? - preguntó mirándola.

- Sí - una mordida en su hombro llegó sacándole un chillido - P-Pero yo no le tomo ni le tomare importancia a eso que me dice, Nay - con lo último dicho, en la mordida reciente recibió un pequeña lamida, como si estuviera felicitando la por sus palabras, a lo que Mina se sintió orgullosa de sí misma.

- Bien... a la cama - a lo ordenado por ella, las dos se fueron a dormir. Ambas abrazadas.

Otro día más de su vida y para ellas fue completamente normal.

La ayuda no ha llegado y parece no querer llegar en mucho tiempo.

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PUPPET / MINAYEON / G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora