Siete

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Pasó un tiempo.

Las cosas iban peor, ya no cumplía su rutina. Solo faltaba al trabajo y se comprometía con follar hasta al cansancio a su novia, no le importa si ella está sensible o cansada.

Los hilos están fuertemente atados a su piel que no se le permite ni siquiera salir por nada de la casa.

Ella los quisiera romper pero son demasiado fuertes. Se quiere rendir pero también luchar. Esta cansada pero también energética. No sabe que hacer en esta confusión de emociones.

- Mañana iremos de viaje por las vacaciones, te iba a decir ayer pero se me olvido así que ya sabes - dijo la coreana al dejarse caer sobre el cuerpo cansado de la japonesa la cual ha tenido dos horas de sexo en ese día.

- Empacar mis cosas y tuyas, solo las necesarias - ahora podía hablar más bien, su quijada ya estaba mejor.

- Bien, ahora vamos a dormir - como si fuera orden el dormir, Mina cayó sin pensarlo en un sueño profundo para descansar de todo el esfuerzo físico.

La coreana la veía con admiración, ella la amaba pero ¿por qué la trataba así? ¿Porque la trataba como la mierda? Ni ella misma tiene la respuesta.

Le acarició la quijada donde había dado el golpe y masajea un poco.

Mina se quejó pero no despertó, ella estaba básicamente desmayada del cansancio que no despertaría tan fácil.

Lo masajeó hasta que se dio cuenta de lo que estaba haciendo.

Casi nunca había dado un beso, caricia o algo a Mina si no es por premiarla de dejarse atada y ahora lo estaba haciendo... y se sentía bien.

Al terminar de acariciar se tumbó a lado de su novia y la abrazó con delicadeza.

Obvio que al siguiente día la trataba igual, eso no significó nada.

Solo una caricia y dormir mientras la abraza no significa nada.

La ayuda parece llegar pero a la vez no.

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PUPPET / MINAYEON / G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora