Adachi to Shimamura Volumen 9

Shimamura y Adachi

Estaba a punto de cruzar la puerta cuando un nombre que había estado escuchando cada vez más a menudo llegó a mis oídos. Rápidamente, me di la vuelta para mirar detrás de mí. 

Allí estaba una mujer de mediana edad con cabello negro. Actualmente se dirigía hacia la piscina. Más importante aún, acababa de ser llamada Adachi por una persona que había pasado junto a ella. Adachi, ¿eh? Seguro que había muchos Adachis en este mundo. Eso fue lo que pensé al principio. Sin embargo, volviendo a mirar a la mujer, a la cara, para ser precisos, me di cuenta. El parecido era demasiado grande para ser una coincidencia. Me di la vuelta completamente y comencé a acercarme a ella.

Con los ojos fijos en la espalda de su traje de baño, di pasos hacia la mujer, siguiéndola en dirección a la piscina. Aparentemente, ella aún no se había fijado en mí. ¿Debería seguir siguiéndola? Seguro, por qué no. Eso parecía divertido. Su desconocimiento de mi presencia sobrevivió a que abrió la puerta de la piscina, y solo llegó a su fin cuando llegamos a las duchas. Fue allí donde finalmente se fijó en mí. 

Ella se dio la vuelta y me miró con fiereza. 

Bien, suficiente de esto. Enderecé mi espalda, todavía encorvada después de la furtividad anterior. Al hacerlo, la miré detenidamente por última vez. 

"Hmm..." 

Como en respuesta a mi mirada, las arrugas de su rostro se hicieron más profundas. 

"¿Qué? Además, ¿quién eres tú?" 

"Eres Adachi, ¿no?" 

"Bueno, ese es mi nombre". 

"Bien bien. Te pareces mucho a tu hija. Ella está en la escuela secundaria ". 

Esa fue la conclusión a la que llegué. Tenía ganas de decirlo en voz alta, y así lo hice. Pensando en ello un poco más, las miradas no eran el único aspecto en el que las dos se parecían. No, el aura que tenían sobre ellas también era bastante similar. Pasó un segundo, tras el cual la intensa expresión del rostro de la mujer comenzó a suavizarse ligeramente. 

"¿Supongo que eres demasiado mayor para ser amiga de ella entonces?"  

"La conozco, sí". 

Al menos algo así. 

"Hmm. En ese caso, ¿es justo suponer que tienes un hijo propio? "  

"Las tengo. Dos niñas." 

Una descarada y otra un poco menos. 

Por otra parte, dale unos años, y estaría a la altura de la primera. 

Créeme cuando digo esto: Hougetsu había sido bastante rebelde en la escuela secundaria. "¿Hmm?" 

Esta vez, fue la otra mujer mirándome. Ella acercó su rostro al mío. Casi demasiado cerca. ¿Quizás era miope? 

Había algo en la forma en que frunció el ceño que realmente me recordó mucho a su hija, que era la Adachi más joven. 

Manteniendo el tono con la impresión de una niña muy obediente que dio la chica, era raro ver que su expresión facial cambiara de manera significativa. Personalmente, no pensé que hubiera habido nada malo en eso, siendo un poco más expresiva. 

"¿Hmm?" 

"Recuerdo haberme cruzado con cierta persona una vez mientras estaba aquí. Se parecía muchísimo a ti." 

"Oh si. Probablemente era mi hija." 

Una vez la había llevado al gimnasio conmigo. ¿La había visto entonces? Eso parecía posible.