IV

3.7K 270 16
                                    

Dante se acerca a mi lentamente, esperando a por mi reacción. Sólo me quedo mirándolo, hipnotizada. Su cuerpo es delgado pero los músculos de sus brazos, piernas y abdomen marcado con un paquete de seis me dejan con la boca abierta. Es una obra de arte, y es todo mío.

Se queda enfrente de mí, con su cuerpo grande intimidándome un poco. Levanto el mentón para alcanzar sus ojos acaramelados con tonos verdes que se oscurecen un poco más cada vez que da un paso hacia mi.

Me acaricia con las yemas de sus dedos los hombros y va descendiendo por mi silueta hasta que posa las palmas suaves de sus manos en mis caderas.

-¿Quieres...?- pregunta, lamiéndose con la lengua el labio inferior.

Me acuerdo de respirar. Asiento una sola vez. Lo quiero más que a nada en el mundo.

Dante sube mi camiseta y la saca por mi cabeza, haciéndome levantar los brazos. Mi gran vientre queda desnudo y me deja en mi sostén negro de encaje.

-Sé que estoy fuera de forma...- empiezo a hablar pero me sorprende posando sus labios en los míos.

Su asalto me interrumpe y comienza a besarme con ternura. Así mismo sus manos recorren mi estómago con lentitud, acariciándome.

-Cathleen, eres hermosa tal como estás. Nada me hace más feliz que estar contigo.- separa sus labios unos centímetros de los míos y me hace estremecer con su cálido aliento. Todo el es cálido y acogedor. Me olvido de mis inseguridades y Dante se arrodilla delante de mi.

-¿Qué...?- comienzo pero me quedo sin aliento cuando besa mi prominente estómago y toca mi piel con las palmas de sus manos.

-¿Crees que pueda escucharme?- pregunta y sigue acariciando mi abdomen redondeado.

Siento mis ojos húmedos y me cubro la boca. Él me mira con el ceño fruncido.

-¿Algo está mal?-.

-No, es sólo que me pongo un poco hormonal. No creí que fueras a aceptar el hecho de que... Bueno, no lo sé, pero siento que pueda ser incómodo-.

Dante se levanta del sueño y me observa con atención, calculando.

-¿Incómodo que mi mujer tenga un bebé? Lo sería si fuera diferente-.

Mi corazón se acelera.

-¿En qué sentido no es diferente?-.

Él toma mi rostro entre sus manos y me hace levantar la mirada para verle. Su calor me intoxica, pero sus ojos son casi hipnotizantes y analizadores. Como si estuviera molesto.

-Cath, la única razón por la que no te he tomado ahora mismo es por el bebé. La situación no es diferente, te agrade la idea o no, eres mía, eso incluye a nuestro bebé. Es estúpido que pienses que no sería de otra manera-.

-Pero todo el mundo decía cosas sobre el que tu me odiaras por estar embarazada de Kyle. Hasta tú llegabas a evitar algunas veces. Pensé que me repudiarías-.

-La maldita familia no se trata de sangre, Cath, y lo sabes. Tu padre es una mierda de persona cuando te abandonó y Liliann fue prácticamente tu madre cuando te encontró en la carretera en la madrugada. Todo el mundo odia a Kyle, no a ti. La única razón por la que ese imbécil te vio fue porque el club llegó dos días después de él. No le dejaré tocar lo que es mío ésta vez-.

Oh mi Dios. ¿Cómo pudo pasar ésto? Mi mala suerte me empujó a la persona equivocada, por cuestión de dos días. Por días pude haber estado con Dante todo éste tiempo en vez de sufrir ada día de mí existencia con Kyle. Por cuestión de dos malditos días mi bebé sería de Dante y no de Kyle.

No me gusta llorar, pero cuando me golpea la realidad abrazo a Dante y dejo escapar algunas lágrimas. Todo podría este mucho peor, pero al menos estoy con él al fin. El hombre al que siempre he amado.

Él me abraza con fuerza, aunque no la suficiente para lastimar mi adolorido cuerpo. Suelto el suspiro más profundo de mí vida y siento su corazón latir contra mi mejilla.

-Nena, será mejor que vayamos a dormir- susurra y acaricia mi espalda.

Asiento y me despego de él a mala gana.

Es curioso como todo se arruina tan fácilmente y cómo se soluciona tan difícilmente. Pero lo único que me importa es que al fin estoy a salvo. No más esconderse, ser cuidadosa con mis palabras para no molestar a nadie, no más miedo. Al fin siento que algo bueno va a pasar.

¿Te Montas? ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora