¿Te Montas? ©

XI

"Marie se quedará ésta noche con ustedes, Cath. Necesitarás la ayuda para limpiar las heridas de Dante, no puedes hacerlo tú sola".

Cross y yo estamos en la cocina, y la noche ha pegado ya. Mentiría si dijese que no estoy algo preocupada por quedarme sola esta noche. Vosz me ha dado bastantes instrucciones para saber cómo es el procedimiento para limpiar las heridas de Dante. He prestado toda mi atención, no quiero hacer algo mal. 

"¿Te sientes mejor, niña?".

"¿Por qué lo preguntas?".

"Vosz me ha dicho que te encontró en al estado en el baño, así que no hay necesidad de mentirme. Si tienes algún tipo de complicaciones con el bebé o el embarazo en general  dímelo. Dante no necesita preocuparse ahora mismo, y tú me importas como si fueses mi propia hija".

Oh, vaya.

Eso me toma desprevenida. No sabía que el jefe del club tenía un tipo de cariño hacia mí. Liliann fue como una madre para mí, pero Cross jamás me había dicho palabras de apoyo antes.

"Estoy bien, fueron sólo náuseas. Son bastante normales durante el embarazo. Realmente aprecio que dejes quedar a Marie, ella es muy buena persona y es muy dulce, me ayudó mucho tenerle en casa esta tarde".

"No me agrada la idea de tenerla lejos de mí por mucho tiempo, pero estoy bastante seguro que sabes sobre Marie y yo, nunca te tomé por una persona estúpida, Cathleen. Eres bastante intuitiva, pero no le digas a nadie todavía, no necesito este tipo de problema en el club ahora mismo, con todo lo demás yéndose a la mierda".

"Creo que sería bueno para ti tener a alguien en tu vida, Cross. No intento ser irrespetuosa, espero que lo sepas. Marie parece estar realmente loca por ti, y he visto cómo actúas cuando ella está cerca. Sé que puedes sentirte algo culpable, pero merecen ser felices. Ambos".

Cross asiente lentamente, con la mirada en el suelo. Sé que debe sentirse algo culpable por tener sentimientos hacia Marie, con todo lo que ha pasado recientemente. La muerte de Liliann es algo que realmente afectó a todo el club, y entiendo que algunas personas le den problemas a Cross por querer darse una oportunidad de ser feliz de nuevo con Marie.

"Si necesitan algo, sólo llama" Cross dice aún con una expresión reflectiva en sus facciones, para salir de la cocina.

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No puedo dormir. Es de madrugada, y aunque he intentado caer en la inconsciencia por las últimas tres horas, el reloj se burla de mi cada vez que me doy vueltas en la cama y termino observándolo.

Marie tomó la habitación al final del pasillo después de ayudarme a vendar a Dante. También nos hizo la cena y ayudé a Dante a comer en la cama.

"¿En qué piensas, Cath?", me preguntó.

"¿Por qué he de pensar en algo ahora mismo?" repliqué.

Levanté la cuchara de la sopa para dársela, pero antes de poder hacerlo, Dante tomó mi muñeca y acarició mi pulso, haciéndome sonrojar.

"Algo está perturbándote, amor. No me mientas, por favor. Veo cómo tus ojos han derramado lágrimas desde que llegué con una bala entre las costillas, pero no quiero verte preocupada, estaré bien. No es bueno para nuestro bebé que estés mortificada por algo que sí tiene solución".

Mi labio inferior tiembla.

Dante acaricia mi mejilla y me besa suavemente por unos momentos.

"Es sólo... Todo esto es mi culpa...".

"Shhh, shhh...".

Dante me toma en sus brazos y me acurruco contra él. Sollozo un poco, me siento tan culpable que no puedo contenerme. Y las hormonas del embarazo no son de gran ayuda, sólo empeoran las estúpidas lágrimas. Mis emociones están por todo el lugar.

"Escucha bien lo que te diré, mi Cath. No es tu culpa haber conocido a Kyle. No es tu culpa haber sido inocente ante su manipulación. Siempre te protegeré, no debes tener miedo. Es mi deber protegerte a ti y a nuestro bebé. Malditamente siempre, y si unas cuantas balas y dolor es lo que se requiere para garantizar tu seguridad y nuestro futuro, lo haré".

"¡Pudiste haber muerto!", lloro más fuerte.

"Jamás dejaré que eso suceda, Cath. Hemos estado involucrados en mierdas más profundas que una simple venganza contra alguno de notros, y lo sabes. No es la primera vez que me disparan, amor".

"Me siento tan inútil..." confieso.

Dante me besa de nuevo.

"Cathleen, me has hecho el hombre más feliz del maldito mundo al aceptarme, y nos haz dado la oportunidad de tener una familia, algo que ambos no hemos tenido el privilegio de tener desde hace demasiado tiempo. Eres exactamente lo que necesito, sin ti no tengo razón de existir. Jamás sientas que eres 'inútil'. Eres la razón de que mi corazón no deje de latir".

Mi propio corazón se encogió un poco. 

Después de los medicamentos que Dante tomó para aliviar un poco el dolor, no le resultó difícil dormir, no sin antes envolverme en sus brazos, teniendo cuidado de que la herido con fuese golpeada por accidente.

Finalmente me rindo y me levantó de la cama, caminando hacia el baño, no sin antes sacar el teléfono móvil del escondite en el cajón del ropero. 

Mi corazón se detiene.

Hay un mensaje de voz.

Con dedos temblorosos, cierro la puerta del baño y presiono el botón con respiración entrecortada.

"Sé lo que haz hecho, lindura. No sólo mis nuevos amigos me ayudarán a terminar a quién intentó matarme, sino que me ayudarán a recuperarte. Debo agradecerte por haber salvado mi vida cuando mi jodido hermano fue a matarme. Gracias a ti es que salí con vida de ahí, después de todo. No creas que no espero verte pronto para agradecerte. Quién sabe, quizá podamos estar juntos aún después de todo este maldito enrollo, pero no creas que no recibirás un castigo por ser tan malcriada, mi linda Cat. Aunque intentaré ser... delicado, quiero decir, al fin y al cabo, tienes a mi hijo dentro de ti aún. No creas que me he olvidado de nuestro pequeño bebé. Pero no te preocupes por eso ahora mismo, necesito algo de ti primero....".

No puedo escuchar nada más antes de volver hacia el inodoro y vaciar mi estómago.

No toma mucho tiempo antes de escuchar detrás del otro lado de la puerta a Dante moverse y golpear la madera de la puerta.

"Cathleen, ¿estás bien?, abre ahora mismo, pequeña, o tendré que derribar esto".

Sé que lo hará, así que antes de que logre hacerlo, golpeo el teléfono móvil detrás del inodoro, ocultándolo.

La cerradura no tarda mucho en ceder y Dante viene hacia mí, arrodillándose junto a mi cuerpo encorvado en el inodoro. Él levanta mi cabello, alejándolo de mi rostro mientras las arcadas siguen lastimando mi esófago. Dante acaricia con suavidad y movimientos sincrónicos mi espalda, y no puedo evitar derramar algunas lágrimas. 

No sólo Kyle está detrás de mi y mi bebé.

Ahora tiene a los rusos de su lado para ir por Dante.