I

4.1K 273 1
                                    

-¡No eres mas que un pedazo de mierda, maldita zorra!- grita Kyle, golpeándome en la mejilla con el dorso de su mano izquierda, lo cual me hace caer al suelo.

Grito de dolor arrastrándome ya que mi abdomen duele mucho.

-Kyle, por favor... Comprende...- susurro, tratando de cubrir mi hinchado vientre.

Él puede golpearme al cansansio, pero no a mi bebé, todo menos a él.

-¡Qué explicarías, perra!- brama y me toma de los antebrazos, sólo para estrellarme contra el sillón. -¡Te vi con él, no trates de negarlo!- sus ojos son negros.

Mis lágrimas se desbordan por mi rostro.

-No es lo que piensas, cariño, sólo estábamos hablando- gimo.

-Te voy a matar, maldita perra- se acerca a mí y yo sólo me cubro el estómago.

-¿Qué demonios estás haciendo, Kyle?- demanda una voz demasiado familiar y abro mi ojos para ver a Dante, empujando a Kyle, lejos de mi.

-Dante, sólo estábamos hablando, todo está bien- digo, levantándome del suelo inclinada hacia adelante, haciendo una mueca.

Duele, duele mucho.

Dante llega a mí y me sostiene en sus brazos. Me mira con preocupación.

-¿Estás bien, Caty?- me pregunta con el apodo que él me puso.

-No- confieso cuando ñ salen lágrimas de mis ojos.

No puedo guardar este secreto más. Kyle ha abusado de mi desde que estamos juntos, tan sólo casi diez meses. Mi bebé tiene ocho.

-Te voy a sacar de aqui- me toma en brazos y empieza a caminar.

-¡Ven acá, cabrón de mierda!- grita Kyle detrás de nosotros.

Dante da media vuelta sólo para perforarlo con su mirada.

-Acércate y estás muerto, imbecil- amenaza Dante y vuelve a caminar, sacándonos de la pequeña casa y llevándonos a su Harley negra.

Kyle gruñe algo por lo bajo y simplemente se vuelve a meter a la casa.

-¡Cogetela todo lo que quieras, no es mas que una idiota con tetas!-.

-Debiste haberme dicho antes- susurra Dante.

Me deposita en el asiento de la moto, me abrocha el casco y una vez que lo he rodeado con mis brazos, arranca, llevándonos lejos de este infierno.

¿Te Montas? ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora