Capitulo 7.

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Capitulo 7.

Austin. Sus labios eran lo mejor que había probado en toda mi vida. Era como si yo fuera un niño otra vez y sus labios fueran un dulce que yo no fuera a compartir.

No quería separarme de él, quería seguir probando sus labios el resto de mi vida, pero entonces Issac se separo de mí.

-¿Para esto me querías?- me pregunto y pude notar unas lágrimas en sus ojos.

-¿Qué pasa?- le pregunte.

-¿Solo me invitaste para jugar con mis sentimientos?- me pregunto.

Entonces él se levanto de su asiento y fue corriendo rumbo a la salida, yo no iba a dejarlo solo así que también me levante y fui corriendo tras él.

Era muy rápido, pues cuando salí de la sala ya estaba a una distancia considerable. No lo dude y corrí tras él, salió del centro comercial pero al final pude alcanzarlo en el estacionamiento de este, y un nudo se me hiso en la garganta cuando vi que su rostro estaba lleno de lagrimas y sus ojos estaban rojos.

-Suéltame- me dijo Issac cuando lo tome de sus manos- por favor suéltame.

-Perdona si te incomode- le dije- pero no te soltare.

-¿Por qué insisten en jugar conmigo?- me dijo.

-Yo no busco jugar contigo- le dije- esta es la verdad. Tú me gustas.

-¿Crees que voy a caer en ese juego?- me pregunto- no otra vez. No dejare que vuelvan a jugar conmigo.

Entonces antes de que dijera algo volví a juntar mis labios con los suyos, sentía como el trataba de liberarse de mí, pero yo lo tenía abrazado con la fuerza suficiente para que no escapara y no lastimarlo.

Cuando me separe de él, sus ojos llenos de lágrimas se conectaban directamente con los mío, era horrible verlo así.

-Por favor no llores- le dije mientras limpiaba sus lagrimas- no me gusta verte así.

-¿Desde cuándo es que sientes esto?- me pregunto.

-Hace unos meses- le dije- no lo recuerdo bien.

Issac se quedo callado mirándome por unos minutos que para mi fueron eternos, no sabía que reacción tomaría al final, así que decidí hablar.

-Sabes- le dije- ya es algo tarde y esta persecución me abrió el apetito. Vamos conozco un restaurante italiano donde parece que los dioses preparan la comida.

Tome la mano de Issac y él me seguí el paso, pero aun seguía mudo. Estaba algo nervioso por esto, ¿Qué estaría pensando? ¿Me dejaría de hablar? No lo soportaría, nunca soportaría esto, ya no podría verlo todos los días en mi casa, y yo amaba eso.

Tomamos un taxi y le indique la dirección a conductor, en todo el camino trate de hacer platica con Issac, pero el solo se limitaba a contestar con palabras simples como si, no, claro y okey.

Issac. Austin me había besado, me había dicho que le gustaba, y aseguraba que esto no era un juego.

No sabía si creerlo o no, pero cuando me volvió a besar sentí algo que nunca antes había sentido con otro chico, y me había gustado esa sensación.

Austin me había invitado a un restaurante, al llegar salimos del taxi y Austin pago a el chofer. Después entramos a ese restaurante que se veía muy lujoso.

Después de que el mesero nos llevara a nuestra mesa y Austin ordenara todo se había quedado muy silencioso, hasta que Austin decidió romper el hielo.

-¿Puedo hacerte una pregunta?- me dijo.

-Claro- le dije.

-Hace rato ¿A qué te referías cuando decías que no dejarías que volvieran a jugar contigo?- me pregunto.

-Bueno- le dije algo apenado.

-Espera si eso te incomoda hablemos de otra cosa- dijo rápidamente- lo menos que quiero es incomodarte.

-No tranquilo- le dije- creo que ya es hora de contar la historia. Hace 2 años en la secundaria yo al igual que la preparatoria era becado, pero tenía que mantener un promedio de 100 limpio.

-Entiendo- me dijo Austin.

-Y conocí a un chico en la secundaria- le seguí contando- el y yo no nos llevábamos nada bien, éramos como el agua y aceite. Pero un día el me dijo que era así conmigo porque le gustaba. Yo me había dejado llevar, y me anime a seguir su romance, pero en realidad el no estaba enamorado de mi. Me odiaba tanto que lo fingió para que mis notas bajaran y perdí mi beca. Estuve a punto de salir de estudias pero mi mamá gasto el dinero de sus ahorros para que yo siguiera estudiando.

-Es por eso que no quieres enamorarte- me dijo Austin.

-Exacto- le dije- tengo miedo de salir lastimado otra vez.

-Escucha- me dijo poniendo una de sus manos en mi rostro- te entiendo muy bien, pero por favor dame una oportunidad. Tú me gustas prácticamente desde el día en que te conocí, yo te voy a proteger de todo, solo... dame una oportunidad.

Yo me quede sonrojado, nadie me había revelado esos sentimientos antes.

-Bien- le dije- te ofrezco esto. Seguiremos las sesiones de estudio y ahí tú podrás usar tus movidas, pero eso no significara nada.

-¿Y cuando podre pedirte algo serio?- me pregunto.

-¿Te parece después de la guerra de los números?- le pregunte.

-Me parece bien- me dijo dándome una sonrisa.

La comida llego y el resto de la noche fue mágica... una de las mejores noches de m vida...

18 días.

Issac. Después de ese hermoso día Austin me dejo en casa, incluso antes de irse me robo un pequeño beso.

Este día ambos estábamos en clase de química, Austin le había pedido a mi compañera un cambio de compañeros para así poder estar junto a mi más tiempo.

-Buenos días- dijo el profesor entrando- antes de comenzar, Issac Gray el director solicita tu presencia en su oficina.

Yo me levante y todos volvieron a abuchear. Yo ignore todo y entre a la oficina.

-Señor Gray- dijo el director- no sabe cuánto me apena decirle esto.

-¿Qué pasa?- le pregunte en tono asustado.

-Es sobre la guerra de los números- me dijo- al parecer hubo un erros de escritura en la carta que me enviaron. Y la guerra de los números no será en 2 meses si no que el 2 de agosto.

-¡¿Qué?!- pregunte algo exaltado- pero eso es en 17 días.

-Lo sé- dijo el director- y entendería si usted decide abandonar la competencia, solo dímelo y yo mandare el aviso.

-No- le dije- seguir eco esto, solo necesito estudiar más.

Después de esa conversación volví al salón de clases, pero entre clases pude sentir como Austin escribió algo en mi libreta.

-¿Todo bien?- me pregunto.

-No- le escribí- la guerra de los números no será en 2 meses si no que en 17 días. Tengo mucho que estudiar.

Pero entonces Austin escribió algo que me alegro el resto del día.

"Eso no, tenemos que estudiar, yo estaré contigo y te ayudare en todo lo que sea necesario"

Admirador Secreto. Austin Mahone. Novela Gay.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora