ℭ𝔲𝔯𝔰𝔢𝔡 & 𝔗𝔦𝔢𝔡 (𝔗𝔬 𝔶𝔬𝔲) │𝔏𝔞𝔯𝔯𝔶

Parte IV

PARTE IV
"Juntaré de mis pedazos rotos cada vidrio filoso para hacernos uno y luchar contra el mundo."

Canción de la parte: Falling In Reverse — The Drug In Me Is Reimagined

I heard a knock upon my door the other day
I opened it to find death staring in my face
The feel of mortal stalking still reverberates
Everywhere I go, I drag this coffin just in case
(...)
I've lost my goddamn mind, it happens all the time
I can't believe I'm actually meant to be here
Trying to consume, the drug in me is you
And I'm so high on misery, can't you see?
(...)
Felt the darkness as it tried to pull me down
The kind of dark that haunts a hundred-year-old house
I wrestle with my thoughts, I shook the hand of doubt
Running from my past, I'm praying: Feet, don't fail me now

Dashiell corrió en la oscuridad del pasillo natural de rocas mojado, la entrada oscura de la cueva, resbalando con las piedras ocasionalmente y volviéndose a reincorporar agitado, agarrándose de las paredes mojadas hasta con sus uñas y las yemas de sus dedos. Tenía que llegar a tiempo, antes que ellos, tenía que avisar la llegada de la marina antes que los tomara por sorpresa allí dentro a los demás. Paró en seco en la columna, tomando una gran respiración. El escenario que se encontró él lo tomó por sorpresa a sí mismo.

El Capitán Tomlinson estaba muerto bajo el cuerpo de Louis, que parecía haber hecho una carnicería con cuchillas por todo su cuerpo, carneándolo todo a su paso. Tenía las manos a sus costados clavadas como un Jesucristo a la piedra de la cueva y de su rostro impecable solo quedaba ver la imagen de la sangre brotando por su boca y sus ojos blancos y pálidos, nublados hacia atrás. Su boca ligeramente abierta ya no daba ni una exhalación de vida. Y su hijo, arriba de él, se inclinaba hacia su alfa como un niño que solo había roto un jarrón inocentemente, cubierto de sangre desde su cara hasta su camisa. Las gotas en su mejilla se confundían con las pequeñas lágrimas de adrenalina que había soltado al estar masacrando a su padre y hacían un rastro rojo por su piel lisa de un cuadro impresionista.

—Louis... —murmuró. Los cuatro participantes de la escena lo vieron con ojos lúgubres. Gill chasqueó la lengua. El silencio que él había cortado era pesado como en un entierro. —Louis... lo siento... pero yo...

—¿Qué ocurre? —gruñó Gill.

Miró a su ex Capitán y tragó duramente saliva. —La marina. Está llegando. Ya debe estar afuera.

Harry se tensó alrededor de Louis. Su omega gimió dócil, acarició su cabello. Su padre, su otro padre estaba allí fuera, seguramente pensando que lo venía a rescatar como si fuera una damisela en apuros de un cuento. Iluso, ignorante hombre. Gruñó, poniéndose de pie, llevándose consigo a Louis en su pecho. El omega tardó en estabilizarse, aún en su estado eufórico de niebla mental. Tyr Styles suspiró del otro lado, sacando de nuevo su espada.

—¿Cuántas probabilidades hay?

—Son como cinco barcos.

Styles gruñó. Miró a su hijo.