Juegos de Ran 3/3

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-¿ Me vas a hacer repetir una orden? ¿o es que acaso quieres tenerme de regreso en la cama contigo?-

Kakucho se quitó la almohada de la cara y lo vio caminar hacia el, flexiono una de sus piernas y la separó un poco de la otra mientras el tambien abria las piernas y las colocaba entre las suyas.

- esto sera rapido, ya casi debes despertar a Rindou-

El niñero miro hacia el reloj en su mano, era cierto, 7:20, antes de que pudiera seguir pensando soltó un gemido cuando el rubio empezó a moverse haciendo fricción entre su pene expuesto y el suyo cubierto por la delgada tela del boxer.

Ran lo miro como juzgándolo por haber soltado ese gemido

-Guarda silencio Kakucho ¿acaso quieres perder tu empleo? te callaré de la mejor manera que conozco- dicho eso jalo a Kakucho de las hombreras del saco que aun tenia puesto y empezó a besarlo.

Kakucho sentía una mezcla de emociones, se sentía bastante excitado por las acciones del menor pero estaba aterrado de lo que sus padres harían si se enteraban, además ¿que no el mismo niño dijo que aún lo tenían a prueba? Por otro lado, el no era gay, ¿por que se sentía de esa manera con otro hombre? Ni siquiera en su adolescencia le llamo la atencion experimentar con otros hombres incluso le desagradaba ligeramente la idea, no por los homosexuales, ellos podían hacer lo que quisieran, le daba igual, pero el pensarse en él siendo uno de ellos no era algo que le agradara.

Por su parte en niño notaba que su niñero disfrutaba del roce entre ambos, cosa que lo alegraba, sin embargo no parecía cooperar y dejarle todo el trabajo a él, cosa que lo frustraba razón por la cual mordió con fuerza su labio durante el beso, no de forma juguetona o para que sintiera placer, él buscaba causarle dolor, incluso hizo su labio sangrar levemente, en su cabeza no podía entender cómo alguien podría resistirse a estar con el.

Kakucho se quejó ante la mordida y abrió los ojos de repente, el menor dejo de besarlo, lo veía desde arriba de él con el ceño fruncido, el sudor recorriendo su piel y con los brazos cruzados.

- ¿Podrías dejar de tomar esa maldita actitud? Es claro que lo disfrutas ¿porque no juegas conmigo? es más divertido si los dos lo hacemos-

-No es correcto, prefiero no involucrarme en el fuego-

- ¿Así que soy fuego eh?- Ran se quitó de encima kakucho y despejo su cara de los cabellos que bajaban - debes saber que el fuego siempre consume lo que tiene cerca, tarde o temprano asi que preparate para jugar con fuego y ya son 7:28, vístete y levanta a mi hermano- la voz de Ran no sonaba molesta pero si seria

Ran se quedó mirando a Kakucho mientras este se vestía, su expresión no decía nada, después Kakucho se dirigió al cuarto de Rindou y toco la puerta.

- Joven Rindou, es hora de levantarse-

-Vete al demonio y dejame dormir- sonó la voz del mismo niño que lo insultó en la entrevista de trabajo.

-Mi hermano jamás se levantara si no entras, lidiar con el  es tu trabajo- dijo Ran con una sonrisa divertida - cuidado con sus puños, no es tan amable recién despierto

¿Amable? ¿su comportamiento de ayer fue amable?

-No te quedes ahí, solo abre la puerta, yo te acompañare- El de trenzas abrió la puerta y en ese momento se agacho porque rindou le había lanzado el reloj despertador 

El reloj pasó rozando el brazo de Kakucho antes de estrellarse contra la puerta.

- Eso estuvo cerca- se rió Ran - Vamos, acércate Kaku-chan -Le sonrió Ran mientras Rindou aun tapándose la cara con la cobija les lanzó un avión de juguete

Kakucho miro atento los movimientos del niño para evitar que algo de lo que lanzaba lo lastimara a él, aunque tampoco quería que lastimara a su hermano mayor, una vez ambos estuvieron frente a la cama miro a Ran esperando una indicación.

-Ahora ¿que hago?-

-Levantalo, quítale las cobijas, yo que sé, mi trabajo aqui ha terminado- dicho eso el joven salió del cuarto de lo más tranquilo agachando la cabeza cuando su hermano menor lanzó un vaso de vidrio contra la puerta.

Kakucho respiro profundo, no podía temerle a un niño, eso era estúpido, él había estado en una pandilla, había mandado y lo habían mandado al hospital, aunque bueno la diferencia aquí era que no podía defenderse y de hacerlo esto acabaría bastante mal.

Soltó un suspiro y jaló la cobija recibiendo una patada en la mandíbula mientras el niño también jalaba la cobija.

-Vamos, por favor levántate- 

- vete al demonio y pudrete cicatrices -

Realmente ambos Haitani sabian como sacarlo de sus casillas cada uno a su peculiar manera.

¿que le gustaba a los niños? Tal vez podría negociar.

-¿Qué te parece si te doy un dulce?

-Metete ese dulce por el culo- Siguió lanzando patadas que el mayor trataba de esquivar

-Podría darte bastantes dulces- Pensó que con eso cedería, el de niño adoraba los dulces y era bastante obediente por algunos, era bastante mansito si se trataba de dulces.

- Puedo comprar tu casa sin problemas asi que deja de tratarme como un pobreton- 

Lo había olvidado, ellos lo tenían todo, podrían chasquear los dedos y tener tantos dulces como quisieran.

- Vamos Rin Rin no asustes a nuestro nuevo juguete, lo vas a romper y yo también quiero jugar con el- Kakucho volteo a ver a Ran quien estaba parado junto a la puerta mientras comía un dorayaki - Emma nuestra cocinera ya preparo el desayuno así que no se tarden - dicho eso se fue


Kakucho suspiro y jalo con bastante fuerza la cobija tanto que hizo caer al niño de la cama.

-¿qué te pasa tarado ?- se levantó furioso y lo jalo de la corbata - que no se te olvide tu lugar basura, le caíste bien a mi hermano pero eso no significa que tendrás una crítica positiva de mi parte - dicho eso le dio una patada en la tibia en lo que conocemos como la espinilla y salió de mal humor tomando sus lentes hacia el comedor 

Kakucho se quejó por el dolor, realmente lo estaban hartando, incluso pensó en que sería mejor incluso si le decían que no era apto para el trabajo.

- No te quedes ahí Kaku chan, Rin Rin se molestara si te quedas en su cuarto- el pequeño se puso de puntitas y puso la mitad de su dorayaki en sus labios y acaricio su mejilla antes de salir de nuevo del cuarto.

Kakucho lo siguió, ni siquiera noto cuando él había vuelto a entrar, el niño si que era muy escurridizo.

Tal vez no era tan malo el trabajo, pensó mientras comía el dorayaki, la comida era buena, la paga era demasiada y Ran lo trataba bien, era cierto que actuaba de forma inadecuada pero quitando lo extraño de eso Ran era un niño bastante amable a comparación de su hermano menor que parecía haber sido bastante malcriado, incluso Ran no le ponía límites aunque le arrojará cosas.

Lo había decidido, se esforzaría por quedarse con el empleo. 

El niñero - RanKakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora