Pastilla Azul (Klausper)

CAPITULO 1

– ¡Ha! ¡Klaus!–

Jesper sentía sus piernas temblar, la enorme mano de Klaus subía y bajaba masturbando su pequeño pene. Ambos estaban en el sofá, en casa de Klaus a la luz del fuego de la chimenea, Jesper sin pantalones y completamente rojo por la excitación. Su frente estaba llena de gotas de sudor y su respiración estaba agitada, soltaba pequeños gemidos y con sus manos se aferraba a la barba de Klaus. No era la primera vez que Klaus lo masturbaba, pero siempre se sentía tan increíble como la primera vez.

– Más... Más rápido...– pidió.

Klaus obedeció y movió su mano de manera más rápida, arriba y abajo,  Jesper gimió en respuesta lo que provocó que Klaus sonriera. El cartero sentía que no podía más, iba a venirse.

– ¡KLAUS! VOY A...– dijo antes de que un horror se semen saliera disparado y manchara la mano de Klaus.

Jesper soltó un gemido fuerte antes de desmoronarse sobre el leñador, Klaus sonrió y levantó su mano mostrándole al cartero la gran mancha blanca, Jesper se sonrojó y escondió su rostro en la barba del contrario. Klaus se limpió y abrazó a Jesper, él seguía sin pantalones por lo que puso una de sus enormes manos en ese pequeño trasero.

– No es justo, sólo tú estás tocándome yo también quiero tocarte – Dijo Jesper.

Ambos se sonrieron el uno al otro antes de darse un tierno beso, Jesper entendía que debido a la edad de Klaus éste ya no podría tener intimidad con él, y aún que al principio le dolió saber que le sería imposible hacer el amor con su pareja terminó por entender. Los momentos íntimos no faltaban, muchas veces cuando Jesper se sentía excitado Klaus lo masturbaba, tocaba sus pezones, masajeaba su pene e incluso había veces que Klaus había introducido uno o dos dedos en él. Pero nunca había nada más.

Y a pesar de que a Jesper le encantaban esos momentos, deseaba con toda su alma hacer el amor con Klaus, sentir sus pieles tocarse y pasar toda una noche sumergidos en pasión y amor, quería saber lo que se sentía tener a la persona que amas desnuda junto a ti mientras ambos se mueven para hacer sentir bien al otro.

– Te amo – dijo.

Klaus lo estaba cargando hacia la habitación, su mano aún sujetaba su trasero desnudo. Se recostaron juntos en la cama, Jesper ni siquiera pensaba en ponerse pantalones, solo quería estar desnudo junto a su amado leñador.

– También te amo – dijo Klaus besando su frente.

Continuará...