Pastilla Azul (Klausper)

CAPITULO 6

Las cartas ahora se estaban mojando, pero eso a ninguno le importaba, Klaus movía su cadera y chocaba con fuerza contra las nalgas de Jesper quien solo podía gemir al sentir ese enorme pene dentro de si.

- ¡Ahg! ¡Oh Dios! ¡Más Klaus, Más!-

Jesper movía su trasero para engullir por completo ese pene, jamás pensó que el pene de Klaus volvería a levantarse y ahora estaban haciendo el amor por segunda vez. Poco le importó preguntar por qué Klaus había llegado así, solo se desnudó sin protestar mientras su amado le besaba el cuello.

- ¡Jesper! Eres tan apretado...-

Las palabras de Klaus lo calentaban más y lo alentaban a moverse con fuerza, estaba a punto de venirse....

Hasta que tocaron la puerta

Ambos se quedaron callados y completamente quietos, sus ojos abiertos de para en par y para peor la puerta se comenzaba a abrirse, Maldición la había dejado sin el seguro. Esto era malo, Jesper estaba completamente desnudo y con Klaus dentro de él mientras que éste tenía los pantalones hasta las rodillas. Rápidamente Klaus salió de Jesper y se subió los pantalones mientras que Jesper salió corriendo (más bien cojeando) u se encerró en su habitación. La puerta se abrió de par en par y Klaus vio a Alva.

- ¿Alva?-

Ella tenía una mirada acusadora, recorrió a Klaus de los pies a la cabeza poniéndolo nervioso, pero el leñador lo disimuló con su cara seria.

- Vine a ver a Jesper -

- Emmm....-

Obviamente no iba a decirle que Jesper estaba desnudo en la otra habitación a punto de tener un ataque cardíaco.

- No ha vuelto, fue a visitar a su amigo el barquero -

Alva no se la creía, vió a Jesper entrar después de hablar con él. Pero ella era una dama y no iba a reprocharle o a faltarle al respeto a un anciano.

- Bien, pero cuando vuelva dile que quiero hablar con él -

Klaus asintió y dicho ella se fue, Klaus suspiró aliviado. Jesper asomó su cabeza por la puerta, se había puesto la sábana para cubrir su cuerpo.

- ¿Ya se fue?-

Klaus sonrió y se acercó al más flaco rodeándolo con sus enormes brazos.

- Tranquilo no se dió cuenta -

Jesper rodó los ojos, obviamente Alva sabía que había algo raro, pero no tuvo chance de reprochar ya que Klaus comenzó a beso de nuevo.

- ¿Cómo es que aún tienes energía?-

-No lo sé, creo que me haces perder la cordura -

Klaus siguió besando sus labios, bajando por el cuello y rostro, Jesper sonrió y dejó caer la sábana que cubría su cuerpo quedando desnudo otra vez. Estaba algo cansado y adolorido pero más que dispuesto a corresponder.

Ellos seguían en lo suyo, sin saber que Alva los esperaba afuera.