28/10/2015 21:37

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Dejé de tenerle miedo a los monstruos dentro del armario y debajo de la cama para temerme a mí, para temerte a ti.

Cuál puede ser peor enemigo que uno mismo, aquel que es prácticamente imposible de vencer, y si no confío en mí, ¿cómo quieres que confíe en ti?

En cualquier momento puedo traicionarme y romper todas esas buenas promesas que me hice a mí misma y caer al mismo hoyo en el que continúo atrapada.
En el cual cavo cada vez más profundo hasta ahogarme.

Quizás ya le encontré atractivo a la desesperación y al dolor. Y lo busco subconscientemente.

Horror, terror me imparto con lo que puedo llegar a convertirme, puedo ser el demonio que me atormente o el verdugo esperando a bajar el trozo de suelo que me sujeta.

¿Y tú? Si yo soy capaz de eso ¿cómo vas a ser tú?
Tú, todos vosotros. Las personas sois, somos, de lo peor que hay.

No me hables de arañas, sangre o enfermedades. Y menos de la oscuridad, yo soy la oscuridad, la dueña de la araña de la que huyes, la herida de la que derramas sangre y la enfermedad por la que te medicas.

El monstruo soy yo, tú, nosotros, todos nosotros.
No hay nada más a lo que tener miedo.

Inspiraciones Nocturnas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora