Capítulo 53 "я люблю тебя"

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*NARRA LILA*

Acababa de terminar mi sesión de terapia y no podía más, necesitaba dormir urgentemente. Había echado a Nadya a mitad de sesión, sé que estuvo mal y ella solo intenta ayudarme, pero es que a veces su cariño me agobia más.

Ahora mismo la estaba buscando por los pasillos del lugar, pero no la encontraba. Primero había ido a buscar a Yelena, suponía que estaría con ella, pero no era así; así que decidí ir a buscar a Wanda, la cual estaba en el jardín leyendo sola, y Nadya seguía sin aparecer. Cuando estaba apunto de rendirme la vi a través de una ventana que daba a una sala llena de espejos con una barra delante. Parecía una sala de ballet. Y allí estaba ella, bailando como si ella fuera la única que estuviera allí, era como si la música bailara para ella, en vez de al revés. Sus pies se movían tan fluidamente, como si estuviera volando en las nubes, y saltaba como pájaro despegando de un árbol. Era imposible no quedarte mirando, su danza te atraía como un imán.

Me quede mirándola bailar, hasta que la música se terminó. Ella aún no se había dado cuenta de que ella estaba mirando, así que decidí abrir la puerta

- Eres increíble - dije al entrar., haciéndole saltar del susto               - Nunca pensé que podría podría pasar desapercibida delante de ti - me reí

- La música hace que desconecte, lo que hizo que me llevara bastantes castigos en la sala roja - dijo ella, lo que ya no me hizo tanta gracia

- Ya no vas a tener castigos, te lo prometo - le respondí acercándome a ella en la silla

- ¿Cómo estás? - preguntó - Sé que no debería haberme ido, aunque me lo hubieras dicho, pero pensé que a lo mejor el que yo no esté allí te podría ayudar, a lo mejor mi presencia te agobiaba y hacía que - empezó a divagando, pero yo la corté, su mente se estaba yendo a un lugar que no me gusta

- Hey - dije cogiéndole la mano y haciéndola callar - Estaba estresada, sí, pero eso no es tu culpa, la he pagado contigo, pero no es tu culpa, lo único que has hecho todo este tiempo es ayudarme - le dije firmemente - Es solo que, no sé, que tú me vieras, no sé, así, no puedo ni andar -

- Pero, podrás, te conozco y, aunque tomará tiempo, sé que conseguirás levantarte de esa silla - me dijo haciéndome sonreír

- Te quiero - le dije agachándome a su nivel, ya que estaba sentada en el suelo, y le di un beso en sus labios

- Yo también te quiero - respondió mientras sonreía en el beso - Pero no me has contestado a la pregunta - dijo separándome y yo la miré extrañada - ¿Cómo estás? -

- A decir verdad, estoy cansada y quiero dormir - le respondí

- Pues vamos a dormir - dijo levantándose del suelo, recogiendo sus cosas y empezó a empujar mi silla hacia nuestro cuarto

Cuando llegamos, Nadya me ayudó a acostarme en la cama y ella se acostó a mi lado, pero demasiado lejos de mí, en mi opinión. Lleva haciendo esto todas las noches, dice que es para no hacerme daño, pero yo así no duermo cómoda, yo la quiero en mis brazos, como debe ser.

- No, Nadya, ven aquí, por favor, yo dormiré bien si te tengo en mis brazos, por favor - le pedí ya cansada de su comportamiento sobre protector

- No, te haré daño - dijo ella, pero no me iba a quedar así, así que la cogí por detrás y la atraje a mí

- No te atrevas a moverte, tú te quedas aquí - le advertí

- ¿Y si te hago daño? - me preguntó asustada

- No me harás daño - le aseguré

Ella se empezó a girar encima de mi, hasta dejar su cabeza apoyada en mi pecho y pasó un brazo por mi abdomen abrazándome.

- ¿Por qué nunca me dijiste que bailabas tan bien? - le pregunté después de varios minutos así acostadas

- Me enseñaron a bailar en la sala roja, y me encantaba, era la única actividad que me gustaba de ese infierno, era lo único que me hacía sonreír, pero supongo que no te gustaría saber que me encanta la actividad que me convirtió en un monstruo - respondió ella cerrando los ojos

- Que te guste bailar no significa que seas un monstruo, es más, me hace enamorarme más de ti, porque sabes aceptar aquello que te enseñaron para matar, y usarlo para hacer algo precioso como tú - le dije dándole un beso en la cabeza

- я люблю тебя - murmuró

- ¿qué significa eso? - pregunté, ella me había enseñado ruso, aún no hablo fluidamente pero voy aprendiendo, pero ella había hablado rápido y flojo, entonces no la entendía

- Te quiero - respondió haciéndome sonreír, necesitaba aprender a decirlo yo en ruso

- Yo también te quiero - le respondí, por fin dejando que mis ojos se cerraran y el sueño me llevara.

- Yo también te quiero - le respondí, por fin dejando que mis ojos se cerraran y el sueño me llevara

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Hola :)

¿Cómo estáis?

Espero que os guste el capítulo de hoy

Adiós :)

- Escritora

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