Capítulo 42 "Casa de tu infancia"

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AVISO: MENCIÓN DE ABUSO 

*NARRA NADYA*

Entré al despacho de mi padre, él estaba sentado en su mesa

- oh, Nads, te estaba esperando - me dijo levantándose de su asiento 

- Muy pocas personas me pueden llamar así, y tú no eres una de ellas - le dije con asco

Mis ojos ahora solo mostraban odio y asco hace la persona que suponía que debía quererme y cuidarme, pero solo había creado dolor en mi vida.

- Muy bien Nadezhda, ¿vienes a vengarte por lo que le he hecho a tu querida amiga? Esa sí es la hija que he creado, vengativa y con odio, eres exactamente lo que siempre he querido que seas, una persona igual que yo - me dijo

- Yo no soy como tú, yo no voy secuestrando niñas pequeñas por la calle, ni las entreno en su contra para convertirlas en asesinas, ni las utilizo a mi favor, ni tampoco las obligo a algo que ellas no quieren hacer, eso lo haces tú y ojalá, solo ojalá, no tuviera que decir que eres mi padre - 

- ¿prefieres llamar padre a ese tal Tony Stark? ¿Crees que él no es un asesino? Mató a miles de personas con sus misiles - dijo riéndose, como odio esa risa

- Al menos él se arrepiente y hace algo al respecto, además, él no dejo que abusaran de mí mientras se sentaba en un sillón mirándonos - dije aguantándome las lágrimas, no le daré ese placer de verme llorar 

- Él ni siquiera estaba allí, ni para mirar ni para salvarte - dijo acercándose a mí, hasta que estábamos a milímetros de distancia 

- Los dejaste papá - dije ya dejando caer las lágrimas - dejaste que me hicieran daño, dejaste que me quitaran lo único que no me había sido arrebatado por vosotros, dejaste que me violaran, ¿cómo hace eso un padre? - le grité - Pero ya no lo harás más, se acabó - le dije secándome las lágrimas que habían caído - Adiós papá - le susurré mientras apretaba el gatillo

La bala dio directa a su abdomen, donde tenía presionada la pistola, donde tenía presionada la pistola. Cuando mi padre cayó al suelo, con un charco de sangre que manchaba toda su chaqueta, volví a apretar el gatillo, esta vez disparándole en la cabeza. 

- Ojalá Tony fuera mi padre - le dije mientras tiraba el arma al suelo, me acerqué a su cabeza y comprobé si tenía pulso, pero no noté nada - Ya no harás más daño, padre - le dije antes de romper a llorar 

Lila y los demás me encontraron unos minutos más tarde tirada en el suelo, mis rodillas pegadas a mi pecho y mis manos llenas de sangre, mientras lloraba observando el cuerpo manchado de la misma sangre que tenía en mis manos perteneciente a mi padre, el cuál había matado yo a sangre fría

¿Cómo me hace eso mejor que mi padre? 

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*NARRA LILA*

Estaba comprando los ingredientes que había escrito en la lista de la compra Wanda, cuando vi cómo un hombre inyectaba algo en el cuello de Sam, y poco más tarde noté algo en mi cuello y todo se volvió oscuro. 

No sé cuanto tiempo había pasado desde que me desmayé y me desperté, pero estaba en una habitación con las paredes verdes y una ventana en la esquina, donde se veía un precioso paisaje, y ningún tipo de mueble alrededor. Estaba atada a una silla y con una tela atada a mi boca, lo que hacía que no pudiera hablar ni moverme, y me dolía la cabeza mucho. 

Pasé horas y horas atada a la silla, nadie entraba a la habitación, hasta que escuché un ruido que provenía de fuera, esperaba con todas mis fuerzas que ese ruido sea Nadya que viene a salvarme.

Os veo en un minutoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora