Me desperté en el suelo de mi gimnasio. Lo último que recuerdo es estar entrenando y ya está, ahí acaba. Me levanté y miré a mi alrededor, todos estaba como recordaba, nadie había entrado. Fui hacia el televisor de la sala, aún estaba encendido. Algo que no me cuadraba cuando lo miré era la fecha, ¿2023?, ¿cómo es eso posible?. Mi primer instinto fue ir a ver a Yelena, así que cogí mis cosa y salí de mi gimnasio.
Llegué a nuestra casa, no es gran cosa pero sirve para nosotras, Alexei y Melina. No me suelo hablar mucho con los dos últimos pero Yelena es como una hermana para mí, es la única que estuvo para mi después de la destrucción de la Sala Roja, junto a Natasha, pero ella se volvió a América poco después.
Llamé a la puerta, pero como nadie contestaba decidí entrar, saqué mi arma por si acaso había pasado algo. Le di una patada a la puerta y entré. La busco con la pistola aún en alto, no parece haber nadie pero escucho un tenue sonido desde la cocina, una persona corriente no lo hubiera escuchado, pero ser entrenada por la KGB tiene sus ventajas. Veo a Yelena salir de la cocina con una pistola también en alto, la cual baja cuando me ve al igual que yo.
Con una mirada puede ver qué ella estaba igual de confundida que yo, nos contamos lo que sabíamos y después de un minuto, sabíamos lo que teníamos que hacer: Ir a buscar a Natasha.
- Sabes que va a ser muy complicado, allí nos buscan incluso más que aquí - dije, y no estaba mintiendo.
- Lo sé, pero si queremos averiguar qué ha pasado esa es la única opción, Nadya - contestó ella.
Sabía que tenía razón pero aún así era muy peligroso para nosotras ir allí. Nos buscan más en Estados Unidos que aquí en Rusia, y eso es mucho decir. ¿Por qué? Pues por una simple razón, la KGB, ellos siempre nos mandaban a matar a gente con poder, solían ser políticos que de alguna manera amenazaban los planes de Rusia, y pues eso no podía pasar según ellos. Ellos, obviamente, no podían mancharse las manos, así que mandaban a unas simples e inocentes niñas a hacer el trabajo sucio. Lo normal sería ir al lugar, encontrar el objetivo, seducirlo, conseguir que te invite a su casa y matarle. Así era para todas las niñas que estaban allí, excepto yo. Por mi edad se supone que no debería ir a misiones, pero según ellos estaba preparada, por lo que cambiaron mis misiones y objetivos. Primero estudiaba el objetivo: rutinas, direcciones, familiares, trabajos, toda la información que me era posible y así sería más fácil matarlo sin levantar sospechas. Después, planear una excusa para su repentina desaparición, dependiendo de la personalidad de la persona podía ser viaje, mudanza o simplemente suicidio, algunas veces también podíamos culpar a otra persona. Lo más importante según Madame B era mantenerse en las sombras y no levantar sospechas, y no lo hice, hasta que aparecieron ellos.
- ¡Nadya! - me sacó de mis pensamientos Yelena - empaqueta una maleta, salimos mañana, ¿ok? -
- Bien, pero si nos matan no es mi culpa - contesté con sarcasmo
- ja, ja, ja, muy graciosa - dijo ella con burla poniendo los ojos en blanco - corre a empacar, y nada de armas no quiero problemas -
- ¿Cómo? - pregunté incrédula - sabes que yo nunca salgo sin mis armas -
- Mira Nadya, te entiendo, a mi tampoco me gusta la idea, pero no queremos problemas, y si para no tener problemas hay que dejar las armas aquí, las dejamos, ¿bien? - dijo
- Bien - susurré aunque seguía sin estar de acuerdo
Me fui a empacar, aunque realmente no sabía qué meter en la maleta, realmente no tenía nada que llevar, toda mi ropa se quemó en el incendio. La ropa que llevaba siempre era de Yelena o robada, y no creó que Yelena este de acuerdo con que robe la ropa de un extraño, así que decidí ir a su armario y quitarle ropa. Cuando ya había guardado todo en la maleta, Yelena apareció por la puerta.
- ¿Lo tienes todo? - me preguntó
- Sí, ¿tú? - le contesté
- Sí, aunque no me quedaba mucha ropa, ya que me la has robado toda - me contestó seria, aunque podía ver como se guardaba la sonrisa
- No es mi culpa que toda mi ropa fuera puesta en llamas - dije intentando no sonar triste
- Sabes que no me importa que me cojas ropa, lo decía de broma - intentó reconfortarme Yelena
- Estoy bien - dije simplemente, mientras hacía desaparecer todo tipo de emoción de mi cara
- Bien, salimos mañana temprano - dijo Yelena, pero pude ver su decepción conmigo por no poder ni abrirme a ella.
Cuando lo teníamos todo preparado nos fuimos a la cama. Yo no dormía mucho, ya que cada vez que cerraba los ojos lo veía, veía como la casa se incendiaba con ellos dentro, como me volvían a llevar lejos y como no podía salvarlos. Simplemente, como todo se venía abajo por mi culpa.
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Os veo en un minuto
FanficNadya es el personaje principal. Entrenada por Hydra y la Red Room. Ella es como una hermana para Yelena y Natasha. Yelena y ella fueron víctimas del chasquido. Cinco años más tarde, vuelven para enterarse de que Nat se sacrificó para salvar el univ...