Capítulo 3 "Base de los Vengadores"

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Llegamos al aeropuerto de Nueva York a las cinco de la tarde alemanas, que son las once de la mañana aquí en Nueva York. Ninguna de las dos durmió en el avión, por lo que estábamos cansadas, aún así no lo íbamos a admitir en voz alta.

Lo primero que haríamos es alojarnos en un hotel, y después ir a la torre de los vengadores, no iba a ser muy complicado de encontrar ya que era el edificio más lujosos de Manhattan. Por lo que había escuchado la acababan de terminar de remodelado tras el ataque de un alien o algo así. Muy extraño pero no sorprendente.

Nos alojamos en un hotel no muy lejano De la Torre y nos preparamos. Yelena se duchó primero y después yo. Cuando estábamos listas salimos.

La torre estaba a dos manzanas del hotel así que fuimos andando.

Cuando llegamos llamamos al timbre, pero nadie abrió la puerta

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Cuando llegamos llamamos al timbre, pero nadie abrió la puerta. De repente oímos una voz.

- ¿Quienes sois? - era una voz masculina, parecía cansada, como si no hubiera dormido en un largo tiempo

Miré a Yelena que asintió

- Venimos a hablar con Natasha Romanoff - dije yo

- No he preguntado que hacéis aquí, he preguntado quienes sois - dijo él, pero pude encontrar un poco de sorpresa en su voz

- Podríamos decir que somos familia - dijo ahora Yelena

- Perdón, pero Natasha nunca hablo de ninguna familia - dijo él con aún más sorpresa

- Lo sé, pero es importante - dije yo, no me sorprendía que no hablara de nosotras

- Bien, os dejaré entrar porque sé que no os iréis hasta que no os deje - dijo por fin - pero necesitamos hablar - continuó. Esas palabras nunca significa algo bueno

Entramos a una sala bastante grande, justo cuando entramos entró un hombre en silla de ruedas, probablemente sea él quien nos habló en la entrada

- Buenos días, soy Tony Stark - se presentó

- Buenos días, soy Tony Stark - se presentó

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- Hola - dijimos simplemente Yelena y yo

- Siempre evitando decir vuestros nombres - dijo él acercándose - Eso lo solía hacer mucho Natasha, o daba una identidad falsa - ¿solía? que quiere decir con eso

- Yelena Belova y Nadya - nos presentó Yelena

- ¿Hermanas? - preguntó

- No exactamente - dije yo

- Entonces, ¿tu apellido? - preguntó mirándome

- Simplemente no tengo - dije fríamente

- Bien no lo volveré a preguntar - se disculpó, supongo - llamé a todo el equipo para hablar de la situación, la mayoría tardaran entre una o dos horas así que poneos cómodas -

Unas horas más tarde, llegaron varias personas, una chica morena con tonos pelirrojos, un chico  alto con pelo moreno, el cual me sonaba mucho, otro chico con el pelo negro y un brazo de metal, esto si que no, ¿qué hace el soldado de invierno aquí?, y por último, llegó un chico junto al soldado

- Chicos tenemos visita - dijo Tony señalándonos

- Hola - saludó Yelena, mientras que yo solo saludé con un movimiento de cabeza

- ¿quienes son? - preguntó el Soldado

- Wow, increíble por tu parte, James - dije con burla y asco su nombre

- ¿cómo sabes mi nombre? - dijo él sorprendido y asustado a la vez

- Fuiste un gran entrenador, conseguí ganarte al final - dije, mientras me acercaba lentamente y el se alejaba cada vez que daba un paso, hasta que Yelena me paró

- HYDRA y la Sala Roja - aclaró ella, mientras yo le miraba fijamente

-¿vosotras estuvisteis con Natasha? - preguntó el chico que me sonaba tanto, y por fin pude descifrar quién era

- Clint Barton, mejor amigo de Natasha. A lo mejor tú podrías explicarnos donde está Natasha, porque ya me estoy hartando de que nadie le de la gana de decirnos donde está - dije acercándome ahora a él

- Vale, sí, ese soy yo - dijo él echándose atrás un tanto intimidado - creo que deberíais sentaros para esto - dijo señalando los sofas que estaban en la sala

Cuando alguien te dice algo así refiriéndose a Nat, puede significarse dos cosas, o que la han secuestrado o la otra cosa, y en este caso fue la segunda opción

Cuando Clint explicó que había pasado, yo no podía escuchar nada, solo escuchaba sus 'lo siento' desde lejos. Solo sentía un enorme vacío, como si alguien me hubiera arrancado mi alma de un simple tirón, no podía decir nada, no podía moverme, estaba ahí paralizada.

Me giré a mirar a Yelena que le estaba gritando a Clint. Cuando conseguí moverme, le cogí del brazo y le pedí que parara

- Yelena para, no es su culpa - dije difícilmente porque tenía un nudo en la garganta

- y tú ¿por qué le defiendes? Es que Nat no te importa ¿o qué? - dijo ella ahora gritándome a mi

- No, no me vas a venir con esas ahora, le defiendo porque sé lo que es sentirse culpable por la muerte de alguien, y puedo ver su sentimiento de culpabilidad en sus ojos, y obviamente me importa Natasha porque ella junto a ti fueron las únicas personas que estuvieron para mí cuando paso aquello, así que no tienes el derecho de gritarme tal estupidez - le dije yo, y salí del edificio, sin antes escuchar a Yelena maldecir en ruso.

No podía estar ahí ahora, así que salía a la calle, y anduve y anduve hasta que no podía más. Llegué a una pequeña zona de Central Park donde no había mucha gente y me senté en la hierba. Sabía que estaba siendo seguida, pero en este momento me daba exactamente igual quien era, por lo que no hice nada al respecto.

Os veo en un minutoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora