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Faye creía que estaba demasiado abrumada para empezar a desempacar, así que decidió explorar...

salió de su habitación y cerró la puerta. la adolescente dio cada paso con cuidado, pero lo hizo con buenas zancadas mientras caminaba por el piso pulido, casi lo suficientemente brillante como para ver un reflejo claro. cada uno de esos pasos resonó en los pasillos, rebotando hacia abajo y hacia atrás. Faye se tomó unos segundos extra para ver cada pintura y retrato colocados a ambos lados de las paredes.

Sin saber adónde ir ni cómo llegar, la chica giró a la izquierda y luego a la derecha. confundida, tomó otra izquierda, de alguna manera llevándola a un callejón sin salida.

-dónde-comenzó a susurrar,-¿Dónde diablos estoy? -Estar perdida en una casa gigantesca en la que nunca has estado, apenas conociendo a los residentes no suena como una situación ideal para estar atrapada, ahora sí. lo único que Faye pudo reconocer fue esa hermosa vista al patio trasero que de alguna manera la hacía sentir renovada cada vez que miraba por el vidrio. La forma en que la luz del sol baila sobre el cristal y cómo las flores florecen frente al brillo.

-¿Puedo ayudarte? -le preguntó una voz desconocida a la chica que miraba por la ventana. su corazón se sintió como si explotara, se detuviera y se hundiera todo a la vez. Faye giró la cabeza hacia donde escuchó al extraño, haciendo contacto visual con el chico: cabello negro peinado, ojos verde oscuro, constitución larguirucha, que parecía tener más o menos su edad. reconoció la mirada de susto en su rostro mientras comenzaba a caminar hacia ella.-Lo... lo siento. No me presenté.-Se dirigió hacia Faye, a solo unos metros de distancia.-Soy Bruce Wayne.-

Faye ya tenía la idea cuando escuchó su voz que este era el hijo de Martha y Tomas, también conocido como el chico con el que viviría por un tiempo.

-Oh, gracias a Dios. me asustaste muchísimo.-suspiró pesadamente, lanzando una rápida sonrisa para aliviar a Bruce de cualquier culpa o preocupación por ella.

-y tu eres Fayette Ridley -pregunto el joven Wayne. Faye se atragantó por un segundo ante la mención de ese nombre.

-Yo, eh,-tartamudeó.-En realidad me hago llamar Fayette Addington el apellido de soltera de mi madre. también puedes simplemente llamarme Faye.-

-Oh okey. Mis disculpas, Faye.-respondió Bruce, la simpatía y la incomodidad llenando el aire.-Iba a preguntarte si te habías perdido, pero ni siquiera yo bajo por esta ala en mi tiempo libre. vamos, te mostraré cómo llegar a la sala principal desde tu habitación.- el chico giró y la condujo por diferentes pasillos; izquierda, izquierda, derecha, hasta volver al pasillo original donde se encuentra la habitación de Faye.-mira,-Bruce señaló,-ahí está tu habitación, y luego, si sigues este gran salón todo el camino hasta que veas la habitación con la puerta de metal y piso de baldosas, sabrás que estás en los principales espacios habitables.-de nuevo, comenzó a guiar a Faye por una nueva ala. cada habitación a la que se asomó tenía un propósito distinto en lugar de esas otras habitaciones que parecían tener solo una cama y una lámpara. su viaje fue interrumpido por una figura que asomó la cabeza fuera de una de las habitaciones.

-ah, ahí están ustedes dos-el reconocible acento británico resonó por el pasillo.-Ya casi termino la cena, así que ustedes dos pueden ir a esperar a la biblioteca, si quieren.-dijo Alfred, dándose la vuelta y volviendo a su cocinando mientras Bruce le sonreía a Faye y la llevaba a la biblioteca. al entrar, examinó la habitación con asombro. la cantidad de libros asombró a la niña.

-La biblioteca de Gotham tiene tantos libros -bromeó, observando la vista con un círculo completo.

-Solían preguntarnos si podían tomar prestados algunos libros,-respondió Bruce. Faye dejó de moverse para mirar al chico con los ojos muy abiertos.

-Estás bromeando...-exhaló ella incrédula.

-...Estoy bromeando,-Bruce se rió entre dientes, caminando hacia el sofá, sentándose y leyendo unos papeles colocados en la mesa de café frente a él. Faye puso los ojos en broma y lo siguió, sentándose en una silla frente a él y el sofá. continuó examinando la habitación, fijándose en los pequeños detalles de la arquitectura y los muebles que se encontraban por toda el área a su alrededor.

-Siento que vivir en una mansión requiere música clásica elegante sonando todo el tiempo, y doscientas personas trabajando en el personal.-Faye rompió el silencio que creó Bruce.

-Toco música... a veces, no es lo mío. y tener a Alfred cerca es suficiente para mí. Probablemente hace todo por aquí mejor de lo que doscientas personas podrían hacerlo,-Bruce respondió cómodamente.

-Espera, tengo que detenerte justo ahí. la música 'no es lo tuyo' cómo es posible que la música sea cosa de todos- exclamó Faye, palmeando sus manos a los lados de los reposabrazos.

rápidamente se aclaró la garganta y se calmó, dándose cuenta de lo emocionada y nerviosa que se había puesto... en un hogar de personas que no la quieren. fue bendecida con el don de poder conectarse y vincularse con las personas solo por su personalidad pura, pero Faye también cree que es una maldición, que a veces la ciega de las verdaderas intenciones y motivos de las personas. ella sacude los pensamientos enloquecidos de su cabeza, volviendo a la realidad justo a tiempo para escuchar a Bruce continuar con su conversación.

mellifluous bruce Wayne {Gotham}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora