El Amor viaja en galeras

Capitulo 9

Que las aguas tomen su cause y todo aquello que no sirva que no estorbe...

Rabia, dolor, mucha tristeza es lo que emana de mí en estos momentos, ¿¡cómo he sido tan ciega!?, ¿¡cómo es que nunca vi de lo que este hombre era capaz con tal de salirse son la suya!? Debo alejar a Pamela de esto y alejarlo de nuestras vidas.

Vibra mi celular, miro la pantalla un tanto extasiada... Aj, llamada entrante de Esteban... no tengo ánimos de contestar, pero es la quinta llamada que me hace.

- Hola

-Victoria, ¿cómo estás?... Ya estaba preocupado, pensé que algo te había sucedido. ¿Cómo estuvo tu noche?

-Ehhh, bien... ¿y a ti cómo te terminó de ir? —le pregunté con desgano.

-Sinceramente mejor de lo que pensaba, tuve una aventura interesante, Arturo se terminó solo el tequila y me abandonó. Pero, ¿sabes qué pasó?, me dijo que él no continuaría con ese proyecto, que me agradecía mi ayuda, pues era de suma importancia para publicar... no le entendí muy bien, pero al parecer tiene serios problemas económicos.

-Esteban, ¿ ya leíste completo el manuscrito?

-No, algunas partes no, porque no encuentro concordancia: en unas partes habla bonito y en otras no conecta. De hecho, se me ocurrió algo, y pensé que tú me podrías ayudar.

-Dime

-Tengo un relato de una visita a un bar swinger que puede ser adaptada a la historia de Arturo.

-¿Y adaptada en qué modo? —pregunté curiosa

-Pues... lo pensé de esta manera: él y la editora (que es su amante), pueden visitar un sitio de esos, y vamos incluyendo detalles de mi historia en la narración.

-Me sorprendes... ¿y le consultaste a él?... ¿está de acuerdo?

-Sí y es ahí donde entras tú: debes hacer que mi relato haga parte del suyo y no se marque la diferencia, no tengo interés en que se conozca mi autoría y, además, quiero ayudar. Lo noto muy desesperado.

-Okey, envíamelo y miro de qué modo lo podemos encajar.

Revisé el correo, que no tardó más de dos minutos en llegar. ¡Esteban es brillante!, tiene una picardía que hace que me interese más en él.

El erotismo se le da muy bien, me las arreglo para organizar la historia: con los detalles de Esteban, junto con escenas de la libreta, toma más forma. ¡Logró sacarme de la angustia que me embargaba!

Tenemos una tía masoquista que seduce a los compañeros de estudio de sus sobrinos. La intrigas y venganzas particulares de esa rara familia, el romance del escritor con la editora, y una esposa que disfruta de espiar a una joven pareja de vecinos recién casados, que hacen el amor veinte veces al día.

Este último número tendré que acomodarlo para que parezca más realista... me pregunto si en realidad habrá parejas que hagan el amor veinte veces al día.

De hecho, me pregunto si en este preciso momento, un domingo a mediodía, mis vecinos estarán haciendo el amor...

Creo que hay material para que venda algo...

Arturo es la persona más rara y bipolar que deje entrar a mi vida: un día es un exitoso escritor y al siguiente es un aprendiz de escritor de mediopelo secuestrando jóvenes para chantajear a su editorial. ¡Todo un criminal!

***

Para que no se concrete la amenaza de Arturo, llevo tres días trabajando en esto, tuve que reportarme muy enferma para no asistir, y estoy agotada, aún no sé por qué la escritora no soy yo, si tengo talento de sobra.