02

376 40 5
                                    

CAPÍTULO 2 | Videojuegos y pasteles.

      Genya sabía del amor, lo mismo que sabía de historia. No ha reprobado ni una vez pero es la materia con la nota más baja que tiene y aunque algunos amigos de su hermano lo ayuden, nada lograba entrarle en la cabeza. Simplemente no lo comprendía y tampoco le interesaba mucho esforzarse por hacerlo, pero a diferencia de la historia quería comprender que le provocaba esa linda chica de tercero cuando la miraba. No habían interactuado más desde la primera vez que supo su nombre y eso que habían pasado algunos cuantos días, era tonto pero esa muchacha le llamaba mucho la atención.

—Tierra llamando a Genya...—Hablaba Aoi moviendo una de sus manos al frente del chico, que miraba embelesado a la joven que estaba sentada a algunas cuantas mesas lejos de donde estaban ellos.—Houston, tenemos un problema.—comentó la azabache de coletas a sus amigos que veían al mayor expectantes.

Y antes de que alguien pudiera hacer o decir algo, Inosuke recurrió a una opción más agresiva y con fuerza había estrellado su mano contra la cabeza del chico logrando despertarlo de su ensoñación provocando que lo mirase enojado.

"Un disparo hubiera dolido menos..." pensó en menor de los Shinazugawa aguantando sus impulsos de regresar el golpe, pues con Inosuke probablemente un malentendido terminaba en una pelea. Si por el fuese todo se arreglaría a golpes.

—Si que te atrae esa chica.—comento el pelirrojo del grupo provocando un sonrojo en el contrario.

Genya suspiro rendido, no sabía que sentía por la chica y aquello que lo hacia suspirar como idiota estaba seguro que no era un enamoramiento, pues estaría igual o peor que su hermano, quien ha demostrado pequeñas señales de estar flechado por la mayor de las Kochō.

—No lo sé, ni siquiera.—confesó confundido.—¡Es demasiado pronto para decir que me gusta! Pero es tan linda... no puedo evitar sentir calidez al verla.—explicó exasperado.

—Ella fue tan indiferente contigo.—señalo Kanao con pena.—¿Te sientes bien con eso?—cuestionó sin comprender.

—Tal vez no es buena al hablar con las personas o es su manera de reaccionar frente a desconocidod...—excuso el joven y Tanjiro no pudo evitar verlo con lastima.

—Eso puede ser cierto pero aun estas a tiempo de no hacerte falsas expectativas, podrias llevarte una no muy grata sorpresa.—argumento el mayor de los Kamado.—Esta bien que te parezca linda y que te atraiga por apariencia, pero si aun no la conoces no busques enamorarte de algo que tu mismo creaste...—explicó dejando al Shinazugawa pensativo.

[...]

Se había sentado al final del salón donde no pudieran verla para tratar de derrotar al jefe de aquél juego que había descargado hace unos días, todo iba perfecto pero para su mala suerte dejo de subir de nivel y para poder seguir necesitaba derrotar al tedioso monstruo que la había hecho perder su paciencia varias veces en un día. Tomioka la observo desde lejos divertido; desde el descanso la joven había estado jugando. Agradecia que su mejor amiga fuera lo suficientemente inteligente para no necesitar estudiar demasiado para aprobar, sino estaria seguro que se hubiera quedado en primer año.

Ciencias de la salud no era su matería favorita asi que no se esmeraba mucho por darle atención; estaba tratando por decima vez vencer al jefe, los tres personajes que le quedaban tenian poca vida y el cuarto personaje que era sanador ya había pasado a otro plano terrenar, triste que no tenía nada para revivirlo...

En el momento que menos lo esperaba, aquel jefe la derrotó y frustrada golpeo su escritorio olvidandose de que estaba en el instituto, en hora de clases y en plena explicación. Todos sus compañeros la observaron a lo que sonrío nerviosa...

HOSHI-SENPAI | Shinazugawa GenyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora