01

511 46 32
                                    

CAPÍTULO 1 | Kimetsu Academia.
     
      Suspiro frustrada al sentir su fleco ser movido por el viento, con fastidio rascó su frente y lo acomodó a duras penas. Le gustaba su cabello pero como ahora, muchas veces era una molestia, al sudar se pegaba a la cara y cuando hacía mucho viento le daba comezón. Posó nuevamente sus oscuros ojos en la pantalla de su teléfono, viendo como aquél juego que le había recomendado su primo la noche anterior terminaba de cargar; no era complicado y ni siquiera estaba terminado así que para su suerte, tendría bastante con que entretenerse.

Tsukino observó a su hija por el retrovisor y suspiro rendida antes de subir la ventanilla del auto, esperando que la menor no dijese algo al respecto pues aunque sabía que el viento le molesta, ella prefiere sentir el frio de las mañanas aunque ni se inmutó por estar sumergida en su teléfono. Sabía que como madre debía de hacer que la joven minimice el uso de dicho aparato, e incluso de los que estaban en casa pues podrían ser perjudiciales, pero aunque quisiese regañarla, no podía pues eso parecía no afectarle negativamente a Tsuki y no pensaba reprocharle por mero capricho.

Tiene buenas notas, no es problemática y tiene buenos amigos, pocos pero buenos. Es la hija que toda madre quisiera tener quitando la única cosa que podría considerarse mala, siendo que no prestaba atención a su entorno alegando que le daba igual lo que sucediese a su alrededor, siempre parecía inerte, encerrada en su propio mundo. Era irónico. Rogaba que eso pudiera cambiar aunque sea un poco, en esta nueva escuela.

[...]

—Tsuki por favor, presta atención a tus profesores y no estés jugando videojuegos en clase.—pidió la mayor viendo a su hija dirigirse hacía la entrada del instituto a lo que la joven asintió sin darle mucha importancia.

–Esta bien mamá, te quiero.—habló con pereza la nombrada y entro al recinto con pasos vagos hacia la oficina del director donde procederán a darle todas las indicaciones de su nuevo centro de estudios.

Bostezo y maldijo internamente por haberse quedado despierta hasta tarde viendo cualquier tontería que apareciera en su página principal de instagram. Al llegar observó la puerta de roble oscuro con una placa dorada que tenía grabado en mayúsculas "Dirección". Golpeo dos veces y pudo escuchar una voz masculina bastante tranquila accederle el paso a la oficina.

—Usted debe ser la señorita Hoshizora, estábamos esperándola.—mencionó un hombre joven, de cabellos oscuros y ojos violáceos que la recibió con una suave sonrisa.—Es un gusto, siéntese cómoda.–saludó y señaló una de las sillas frente el escritorio.

Sonrió levemente y se detuvo a pensar en la eficiencia y rapidez del hombre que tenía en frente, no dejo que tan si quiera dijera buenos días, aunque no se quejaría al respecto, le ahorro las palabras.

—Mi nombre es Ubuyashiki Kagaya y seré tu nuevo director.—se presentó a lo que la chica asintió.—Estos son tus horarios con tus profesores correspondientes, tu identificación estudiantil y un folleto de bienvenida donde te explicaran brevemente las actividades extracurriculares y un pequeño mapa de las instalaciones.—señalo y procedió a entregar los materiales mencionados.

La pelinegra se dio unos segundos para observar el horario y así memorizar las clases del día de hoy, miró el folleto y lo leyó por encima sin prestar mucha atención, ya luego pensaría en que club se inscribirá. Guardo las cosas en su mochila y volvió a observar al hombre el cual a notarlo volvió a hablar.

—Si surge algún cambio en el horario se les será notificado y en caso de que tengas dudas al respecto sobre las actividades extracurriculares puedes preguntarle a tu profesor guía.—explicó el mayor quien se levanto de su asiento.

HOSHI-SENPAI | Shinazugawa GenyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora