"RELATOS ERÓTICOS"

"ROGANDO POR ATENCIÓN "

Noto el momento exacto en que me ve. Sus ojos quedan fijos en mí con una expresión que no se descifrar. Me recorre de pies a cabeza de una forma bastante indecente, deteniéndose más de lo debido en mis pechos y en mis caderas.

_ ¿Qué haces aquí? - cuestiona, a la vez que se acerca a paso decidido mientras que yo retrocedo algo insegura, no sé en qué estaba pensando cuando...

Pierdo el hilo de mis pensamientos un vez se lanza a mis labios y devora mi boca con urgencia. Me arrincona contra la pared y enrosca una pierna alrededor de su cintura mientras arremete contra mi centro y siento lo preparado y duro que está para mí.

_ Ya te habías demorado - oigo que dice en mi oído - Me moría por probarte otra vez. No sabes lo que me has torturado estos días.

La sensación de sus manos recorriendo mi cuerpo es exquisita, sus besos son demandantes, exigentes. La temperatura sube y comienzo a sentir que me molesta la ropa, me sobra.
Sus labios dejan los míos y antes de siquiera protestar, empieza a dejar un rastro de besos húmedos por mi mejilla hasta mi cuello y siento que me derrito. Ya mi pulso va a mil y mi necesidad de sentirlo me supera. Con manos temblorosas le desabrocho los pantalones mientras lo guío hacia la cama. Una vez que mi objetivo está cumplido lo desnudo de cintura para abajo y lo hago caer sentado sobre el colchón. Con la vista fija en sus ojos me arrodillo frente a él y poco a poco me acerco a mi objetivo. Muy tentador, tal como me gusta, rogando por atención.

_ No te resistas, solo quiero que disfrutes y te dejes llevar - le digo, mi voz cargada de deseo.

A este punto ya ha despertado mi lívido, él causa ese efecto en mí.
Acerco mi boca a su polla y la degusto a mi antojo, con la lengua recorro todo el camino desde su base hasta la punta para luego introducirlo en mi boca. Sentirlo tensarse y gemir por lo bajo me enciende. Le gusta lo que le hago y eso me encanta. Con movimientos lentos y con ayuda de mi mano lo envuelvo y lo saboreo pasando mi lengua por su punta y levanto la mirada. Sé que le encanta que lo mire mientras le hago una mamada y él no tiene ni idea de lo mucho que lo disfruto, sus gestos, los sonidos que hace... es que estoy húmeda y sin necesidad de que me toque, su placer es mi placer.
Continuo con mi arduo trabajo y noto el momento en que ya no puede más, me toma por la nuca y hace una pequeña presión, indeciso, sin saber si dejarme seguir o detenerme... solo que no planeo detenerme y se lo hago saber con la mirada. Incremento un poco mis acometidas y en efecto, lo siento estremecerse en mi boca y su sabor me llena, delicioso.

_ Te has perdido el mejor polvo de tu vida - lo oigo decir entre jadeos.

Le muestro una sonrisa ladeada mientras me levanto y me siento a horcajadas sobre él. Acercando mi boca a su oído le respondo:

_ No tienes ni idea lo que me excita tener tu polla en mi boca y chuparla hasta que te vengas todito - y con mi lengua repaso su oreja y capturo su lóbulo con los dientes dando un pequeño tirón con lo que lo hago jadear - Además aún no he terminado contigo.

_ No. Apenas comienzo - dice y me voltea en la cama quedando sobre mí - Ahora me toca a mí y te voy a hacer gemir mi nombre hasta que tu cuerpo no aguante un orgasmo más.