NOTAS: Ya era hora de publicar más historias nuevas de Floch, así que aquí tienen~ <3
—Maldita sea, ¡suélteme!
La chica se resistía mientras el soldado le mantenía las manos en la espalda a la par que la llevaba cuesta abajo a la oscuridad de los calabozos. Ellos ni la escuchaban, solo continuaron forzándola a caminar.
—¡A ver si así aprendes la lección! —le dijeron luego de arrojarla dentro de una celda oscura.
La joven se levantó con dificultad, volviendo a maldecir.
—¡Díganle a ese bastardo que espero que sufra! —gritó aferrándose a los barrotes, pero ya se habían ido.
Estaba sola o eso pensaba mientras se sentó en la cama, estaba sumamente molesta. Ni siquiera sabía dónde estaba, pero sabía perfectamente que no debería estar aquí, no se lo merecía.
—¿Y a ti por qué te trajeron aquí? —preguntó una voz.
Ella alzó la cabeza, pero no pudo ver a nadie. Probablemente era la celda del otro lado de la pared, pues no había nadie al frente.
—¿Por qué la pregunta? —preguntó a su vez, sin interés en hablar con nadie.
—Soldados de la policía militar dijeron que traerían a alguien para darle una lección. Solo me pregunto qué hiciste exactamente.
—¡No hice nada! —se defendió, levantándose como si él pudiera verla.
Oyó una risa ante su defensa.
—Claro, yo tampoco.
—¿Y por qué estás tú aquí? —ella se acarició los hombros. Era de noche y hacía frío. ¡Si tan solo la hubieran atrapado luego de ponerse una chaqueta!
—Si te lo digo, me tienes que responder luego —ella no afirmó, pero él lo dijo de todas maneras—. Filtré información del ejército al público.
Sus ojos se abrieron enormemente ante tal cosa, no porque no lo supiera, ya se estaba hablando de eso. Lástima que estaba en graves problemas como para detenerse a pensar en algo más importante.
—No te creo, ¿cómo lo harías?
—Bueno, algunos soldados simplemente sabemos ciertas cosas.
—Ah, claro —no tenía idea de con quién hablaba, pero debía tratarse de alguien veterano o alguien cercano a ellos. Como sea, ¿cómo demonios había ido a parar donde un soldado así?—. ¿Sabes dónde estamos?
—Yo estoy en confinamiento hasta nuevo aviso, tú probablemente en un caso similar, aunque en teoría esto rompe mi castigo. No debería haber nadie aquí para hablarme.
—¿Estoy en una maldita celda de confinamiento? ¿No usan esta mierda solo para criminales?
—Sí, al parecer, ahora eres una criminal.
La joven se agarró la cabeza entre las manos. Era imposible, ni que hubiera matado a alguien o cometido traición. Pensándolo bien, ese soldado tampoco lo hizo.
—¿Es cierto lo que dicen?, ¿Atacaste a un sujeto de la policía militar? —volvió a preguntarle.
Ella bufó, apretando los puños sobra la cama liviana y débil.
—Se lo merecía.
—¿En serio? ¿Qué hizo? Según dicen, eras su amante.
—¡No era su amante! Yo —tragó, avergonzada y enojada aún—. Ni siquiera sabía que estaba casado. ¡No vivíamos cerca, así que no lo supe hasta hace poco! Me hizo creer que estaba soltero, como dijo que era de Shinganshina y eso no quise forzarlo a hablar, pero resulta que el idiota solamente estaba jugando conmigo —se sentía bien desahogarse, se sintió mucho mejor luego de soltar esto.
—¿Y qué le hiciste?
—Fingí que iba acostarme con él y le pegué las bolas a una silla. ¿Y qué? No necesita usarlas de todos modos, ya tiene un hijo.
El soldado explotó en una risa.
—¡Qué bajo ha caído la policía militar!
Por primera vez en toda esa charla ella sonrió.
—Y tú, supongo que eres del cuerpo de exploración. ¿Hace cuánto estás aquí?
—Si te lo digo, podrías asustarte o te enojarías aún más.
—No me van a dejar el mismo tiempo que tú, ¿cierto?
—No deberían, en realidad no lo sé, no estoy familiarizado con la pena por pegarle las bolas a la silla a un hombre —dijo entre una risa—. Pero no te preocupes, te sacaremos de aquí sin importar lo que ellos quieran.
La joven criminal por venganza parpadeó, sorprendida.
—¿E-en serio lo harás?
—Sí.
—Espera, ¿dijiste sacaremos? ¿De quiénes hablas?
—No tenemos un nombre aún, pero lo sabrás cuando llegue el momento.
Hubo un pequeño silencio que ella rompió para preguntar verdaderamente curiosa por su interlocutor y todo lo que le había dicho.
—¿Quién eres?
—Te lo diré dentro de poco.
De pronto el calabozo no parecía tan oscuro, esperaba que el tiempo pasara rápido solo para ver la cara del soldado.
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FLOCH's HAREM
Random❝𝙇𝙤𝙨 𝙘𝙤𝙧𝙖𝙯𝙤𝙣𝙚𝙨 𝙡𝙡𝙪𝙚𝙫𝙚𝙣 𝙘𝙤𝙣 𝙚𝙡 𝙖𝙨𝙘𝙚𝙣𝙨𝙤 𝙖𝙡 𝙥𝙤𝙙𝙚𝙧.❞ Historias capítulo único con diferentes protagonistas || Floch x Lectoras, Multiship (?) ADVERTENCIA: Puede tener leve contenido adulto (no tan explícito) pero no...