doble espía

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Era de esperarse que acabara así. Desde el instante en que le habían dado esa misión ella sabía que su vida pendía de un hilo, pero la sorpresa fue que su ejecutor se tratara de uno de sus compatriotas. Siempre pensó quien le volaría la cabeza sería Yelena, esa voluntaria anti Marley que parecía muy dispuesta a ayudar a Eldia, demasiado para ser real y por ello les hizo a todos, al gobierno y la parte que no tenía que ver con el Cuerpo de exploración, jugar bien sus cartas. Básicamente le hicieron la oferte a ella, alguien nueva en el Cuerpo de Exploración, de espiar su propia división. Ella aceptó con gusto, pues no apoyaba el desempeño y las causas que manejaban últimamente gracias a la comandante Hanji.

Esto ni siquiera era algo que ella hubiera descubierto en su investigación, más bien, ni siquiera se había esforzado. Los vio juntos y tuvo una corazonada.

Pasó en el momento preciso durante la conversación oyendo voces familiares y lo siguiente que se dio cuenta es que acababa de oír una conspiración, que Floch, aquella gigante voluntaria y el mismo Eren Yeager estaban conspirando contra Eldia. Sin embargo, ahora solo eran Yelena y Floch, pues el héroe titán estaba en Marley. Eso era un paso menos para lograr aquel nefasto plan que atentaba contra los eldianos.

La idea de lo que dijeron la asqueó, la hizo temblar y no pudo evitar moverse, querer alejarse, por accidente pisando unas ramas que daban con el sendero al bosque, con las cuales terminó cayendo y haciendo más ruido del debido. Su corazón latía a mil y se dijo que debía levantarse y salir rápidamente, lo único que le había permitido permanecer ahí y escucharlo todo era que no había nadie vigilando afuera, ya que llamaría la atención inclusive en un lugar olvidado como esta cabaña abandonada. Sin embargo, la ventana de la misma estaba solo a una esquina, con la rapidez debida a un soldado no le costó salir y ella que por los nervios apenas logró saltar esa rama caída en la que se había enganchado su pie, adolorida, no pudo ir lo suficientemente lejos a tiempo. Tal vez debió gritar, pero aún estaba conmocionada y todo se volvió negro antes de que pudiera defenderse.

 Tal vez debió gritar, pero aún estaba conmocionada y todo se volvió negro antes de que pudiera defenderse

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La cabeza le daba vueltas cuando despertó. Su rostro estaba empapado, alguien le había arrojado agua para despertarla. Lo primero que se percató además de eso fue su incapacidad de moverse, también del dolor en el cuello. El temor la invadió al darse cuenta de que estaba atada a una silla y amordazada. Buscó a su alrededor y solo obtuvo las luces de dos lamparillas iluminando en la oscuridad. Era como una escena de terror, sobre todo por la repentina figura y el peligro que representaba para ella.

La silla donde estaba sentada se ubicaba al fondo, lejos de la ventana y delante de ella el hombre que le impedía el paso por su vía de escape más rápida, Floch sostuvo su alforja lejos de ella.

—Bien, al fin despiertas —su voz fría e indiferente mientras dice esto, como hielo cortando su piel mientras el cañón de la maldita arma marleyana está en su sien—. No hagas nada raro.

Lo recuerda, recuerda preguntarle con anterioridad por qué de repente parecía más sutil con los voluntarios anti Marley, como si no le molestara colaborar. No eran amigos, pero ella había confiado un poco en él porque era precavido con los del mundo exterior, tal como pensaba que todos debían serlo y la razón por la cual había aceptado esta misión de topo en primer lugar.

FLOCH's HAREMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora