Mi Hermosa Bruja

celos

Celos, Fiesta, separación, sorpresa y Conversaciones.

( Celos ).

Emma

Viktoria, Aleska y Salamaro me observan fijamente esperando mi respuesta.

- Acepto - dramátizo dando una vuelta llevando las manos a mi pecho como si me estuvieran pidiendo matrimonio.

- trecientos ocho días - dice Viktoria matandome con esos ojos vivorosos que tiene.

- Para que se te acabe la menopausia? - pregunto con voz burlona.

El odio que se refleja en su rostro, su porte hasta en su ser me causa gracia.

Se va botando humo llevándose a la hija.

- Vicky no te enojes, es una bromita de nuera a suegra - grito antes de que doble en la esquina del pasillo.

- Maldita perra - alcanzó a escuchar y rio girandome hacia salamaro que me mira serio, está gente no disfruta la vida.

- Señora usted debe informarle al boss esta decisión - el Moreno dice y la sonrisa se me borra enseguida.

Eso no me lo esperaba.

- Yo? - pregunto confundida.

- Así es - repite y se va dejándome sola.

Bueno respira Emma, tu puedes solo debes ser fuerte como lo vienes siendo últimamente.

Y es que no es fácil ignorar a Ilenko, no se como pero lo e logrado las últimas tres semanas, tampoco es como si el me estuviera buscando.

Supongo que está resentido pero que se joda por maldito.  

Confiezo que luego de haber ganado el quinquenio cosa que me pone demasiado feliz sumando el hecho de que también gane unas vacaciones de los entrenamientos con dago, me sente a meditar, si frase muy cliché pero es la verdad.

Meditar me sirvió mucho, logré poner en orden mis sentimientos, después de pensar y analizar las cosas llegue a la conclusión de evitarlo para poder superarlo.

Lo de ignorarlo realmente es como un plan para que el maldito confiese si me ama o no.

Suspiro tirando la cabeza atrás poniendo las manos a cada lado de mi cintura.

Un carraspeo me sobresalta.

Boris se encuentra frente a mi teniendo la mirada abajo de mi rostro.

- Donde esta el boss - pregunta apartando la cara a un lado como si estuviera incómodo.

- En el despacho - digo y este se va enseguida, que raro.

Voy a la cocina por agua, estoy bebiendo cuando Uriel entra con su celular en la mano.

Bajo el vaso y le sonrió, este se tensa mirando por debajo de mi rostro por unos segundos antes de girar su cara.

- Hola - saludo logrando que me devuelva la mirada por un segundo - pasa algo? - pregunto confundida.

Carraspea antes de negar y salir rápidamente de la cocina, al parecer hoy todos se pusieron de acuerdo para actuar raro.

Salgo del lugar para dirigirme a la oficina del ruso, en la entrada se encuentran los típicos boyevikis que siempre carga.

Me miran y bajan la cabeza de inmediato, uno se queda mirándome de más cosa que me parece rara ya que nunca lo hacen, agacha la cabeza cuando siente mi mirada y se rasca la nuca carraspeando.

Decido ignorarlos y toco la puerta antes de arrepentirme.

Dicen adelante y paso al gran despacho.

Apenas entró siento la pesada mirada del Boss recorrerme así que me quedo de espaldas por un tiempo, trago disimuladamente y alejo los nervios de mi ser girando despacio.