Trece.

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Jisoo se dirigió a la planta baja de su casa cuando se dió cuenta de que ya era demasiado tarde para llegar a sus clases esa mañana.

Era extraño el no haber sido despertado por sus padres, pues últimamente subían a su habitación y le llevaban el desayuno a la cama justo antes de que tuviese que levantarse para ir a esperar a Jeonghan para ir al colegio, así que pensó que quizá habían salido y como consecuencia, habían olvidado despertarlo.

-Hijo, despertaste-dijo la señora Hong pareciendo aliviada, aunque no mucho, pues su mirada lucía preocupada y Jisoo concluyó que se debía a que en realidad, bajar las escaleras esa mañana había sido todo un reto, situación evidente debido a su acelerada respiración.

-Sí, pero es tarde para ir al colegio. ¿Por qué no me despertaron? ¿Y Jeonghan?-Cuestionó confundido una vez que pudo recuperar el aliento.

-Jeonghan se fue al colegio hace un par de horas. Y bueno... no te despertamos porque el doctor Yoon quería venir a verte-explicó el señor Hong con tranquilidad.

Jisoo frunció el entrecejo ante aquellas palabras-nadie me avisó sobre eso.

-No, es que... hijo... esta mañana fuimos a tu habitación a despertarte como siempre, pero por más que te llamamos, no parecías ser consciente. Llamamos al doctor y nos dió indicaciones a seguir mientras podíamos llevarte al hospital, hicimos lo que nos dijo y él determinó que no había peligro, pues al parecer fue solo un desmayo, pero aún así debíamos monitorearte y quedó de venir cuanto antes. Seguramente no tarda en llegar.

-Comprendo. Pero me siento bien ahora, así que no tienen de qué preocuparse. Y ya que falté a la escuela, me gustaría mucho salir a algún lugar con ustedes. Ya saben... suponiendo que me queda poco tiempo, quisiera pasar mis últimos días conservando lindos recuerdos.

Los Hong se miraron entre ellos con tristeza. Jamás podrían entender cómo era que Jisoo podía hablar de eso con tranquilidad mientras ellos se quebraban cada día al ver el deterioro de su hijo. Aún así, sonrieron y asintieron antes de responder.

-¿Y a dónde te gustaría ir, hijo?

-Sería lindo ir a ver una obra de teatro. Hace mucho tiempo que no vamos y realmente extraño eso. También podríamos ir a comer algo luego de eso.

-Será como tú digas, cariño-dijo la señora Hong, tratando de evitar que escaparan lágrimas de sus ojos.

Horas más tarde, luego de que el señor Yoon determinara que Jisoo se encontraba estable, hicieron lo planeado. Jisoo por supuesto avisó a Jeonghan acerca de todo para que no fuese a preocuparse y así partió con sus padres para disfrutar de un lindo día familiar.

Eligieron una obra musical que duró un par de horas en las cuales se divirtieron como nunca, aunque de vez en cuando dejaban de prestar atención cuando las risas de Jisoo se transformaban en episodios de tos casi incontrolables.

Posteriormente se dirigieron a su restaurante favorito y hablaron de anécdotas divertidas, aunque esta vez tratando de ser más cuidadosos con Jisoo para no alterarlo.

Finalmente, cuando casi cayó la noche, dieron una caminata por el parque, al menos los Hong, pues Jisoo prácticamente fue obligado a ir en silla de ruedas con ayuda de su madre dado que difícilmente podía aguantar caminatas a esas alturas.

Volvieron a casa cerca de las ocho de la noche entre sonrisas y comentarios divertidos y sus sonrisas se ampliaron cuando vieron a Jeonghan fuera de su casa al parecer esperando a su novio para darle las buenas noches y quizá conversar un rato.

Jisoo sonrió de nuevo mientras poco a poco se acercó al chico de sus sueños con ayuda de sus padres; no obstante, cubrió su boca cuando sintió que estaba a punto de devolver todo lo que había consumido en la tarde.
La expresión alegre de Jeonghan se transformó en preocupación y corrió con rapidez hasta donde se encontraba Jisoo junto a sus igualmente preocupados padres.

(1) EL CHICO DE LA HABITACIÓN 36 ✨JiHan💫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora