✨Una dosis de ti✨

Prólogo

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~POV Sakura~

Su lengua entraba en mi boca con descaro.

Realmente me encantaba, era un hombre muy atractivo, con un cuerpo fuerte y marcado, y mucho más alto que yo. De cabellos negros como la noche y mechones largos a los lados haciendo más atractivos sus razgos finos, pero masculinos. La envidia de cualquiera y el sueño de todas, pero en éstos momentos, era solo mío.

Soy Sakura Haruno, tengo veintiséis años, una licenciatura en enfermería y una aventura con Sasuke.

¿Su apellido? Eso no lo sé y tampoco él sabe el mío. Nuestra "relación" está basada en "cero compromiso" y así hemos estado durante dos meses, solo diversión y placer, o al menos quería convencer a mi cerebro de eso, porque mi corazón estaba comenzando a involucrarse.

«Sexo... Solo sexo»

Me repetía a mí misma mientras tiraba de la palanca del retrete. Mi free estuvo actuando muy extraño durante la noche y eso me inquietaba. No es que lo conozca mucho, pero tal vez solo un poco y era claro que estaba diferente ésta noche.

Me miré al espejo formado una sonrisa fingida que ni yo misma me creía, me bofetee en mis adentros y abrí la puerta. Tenía que salir del baño ya.

Salí y lo vi, estaba colocándose la camisa y rápidamente sentí un nudo en el estómago. Los últimos días se quedaba unos minutos y hablábamos de nuestra infancia o un poco de trabajo, sin tantos detalles, por supuesto, pero parecía que hoy era la excepción.

Puse mi mejor cara, como si no me afectara y me recosté en la cama.

-¿Te vas ya?- Sonreí, pero ver que él no, me asustó por dentro.

-Sí- Terminó de hacer un moño en sus botas negras y se quedó mirando a la nada un segundo.

-Mi amiga Ino hará una fiesta el próximo fin de semana en su casa en la playa... Puedes venir si quieres- Mi rostro sobre mi mano nunca se había sentido tan pesado. Estaba en una posición cómoda y coqueta con mi camisón de seda, pero ni eso lograba provocar que me mirara -Es en Long Beach, nos iremos en un camión desde aquí como si fuera una excursión...

-No podré ir, tengo que regresar con mi familia para ver a mi padre.

Su voz sonó más grave, con preocupación o dolor, pero sin duda no era por mí. Me senté sobre el filo de la cama a una distancia considerable para no molestarlo y me volví igual de seria.

-¿Está todo bien? No tenemos mucho conociéndonos, pero puedes contarme lo que...

-Estoy bien- Me interrumpió de tajo -Pero creo que ya no volveremos a vernos- Se puso de pie y tomó su celular sobre la mesa de noche -Fue un placer conocerte, Sakura.

Y segundos después, la puerta de cerró.

Sentí un nudo en mi garganta, no sabía si me dolía más su frialdad al hablar o que ni siquiera me miró al despedirse. Probablemente estaba pasando por un mal momento con su familia, pero quería consolarlo de cualquier sufrimiento que estuviese padeciendo, y no me dejó.

Había llegado el momento de la despedida definitiva y mis ojos se inundaron involuntariamente.

-Igualmente, Sasuke...

(...)

La música sonaba fuerte, las bebidas estaban deliciosas y el ambiente estaba excelente, aunque mi ánimo no lo estaba del todo.

-¿Qué te pasa frentona? ¿Extrañas a ése estúpido hombre sensual?- Preguntó mi mejor amiga sin pudor alguno mientras su lengua atrapaba la pajilla.