Los ocho (#1)

Extra 3

Extra 3 Fuimos creados

15 de marzo de 2022

POV'S LIAM

Eran altas horas de la madrugada cuando mi móvil empezó a sonar, lo ignoré el sueño era mayor. Carla entró molesta a mi cuarto.-Contesta el puto teléfono- me gritó molesta.

-Que seas mi hermana mayor no te da derecho a gritarme.-dije adormilado.

-Si me da, estamos solos los tres.- Cruzó sus brazos sobre su pecho mirándome molesta.

-Que sí, ya contesto.-Moví la mano hacia mi teléfono adormilado. Contesté la llamada mientras Carla se iba de mi habitación hecha una fiera, es que es insoportable.

-¿Hola?- bostecé mientras me sentaba en la cama, escuché una risilla y una voz grave. Cameron y Olivia- Mavi te estoy escuchando.- Me froté los ojos dándome cuenta de que se escuchaba una música muy fuerte de fondo.

-Liam Davis uno de mis pelinegros favoritos-arrastraba las palabras lo que me confirmaba o que estaba borracha o que estaba colocada.

-¿Dónde estás?-pregunté levantándome de la cama y pillando algo de ropa para cambiarme.

-Em- la escuché murmurar por lo bajo. -¿Cameron dónde estamos?- gritó reventándome el oído.-En Opa-locka- me respondió con una risilla.

-¿Vas colocada?-pregunté saliendo de mi casa, estaba a una hora o más lejos de aquí. Arranque el coche de Carla, ojalá no me mate.

-No, ¿cómo crees Liam?- Mentira. Su voz subía y bajaba de tonalidad cada dos por tres. Puse el móvil en manos libres mientras conducía.

-Olivia, tu voz te delata.- Menos mal que tengo diecisiete porque sino, no podría conducir.

-Vaya, la próxima vez te mando mensajes.- No paraba de reír.

-María la última vez dijiste lo mismo- hice una mueca graciosa.

-Esta es la primera vez que te llamo- me gritó por la otra línea.

-Si tú lo dices María- me encogí de hombros, gire el volante por la curva que estaba tomando para ir donde estaba.

-No me digas María.- La música empezó a cesar, o estaba en un baño o estaba en la salida del local en el cual estaba.

-Vale María- sonreí descaradamente, se lo merecía. Que si se va a colocar o a emborrachar por lo menos que no se vaya tan lejos, sino se me hace difícil cuidarla.

-Que no me digas María.

Una hora y quince minutos para llegar hasta donde se encontraba Olivia, por suerte no le había pasado nada estuvimos hablando los sesenta y cinco minutos.

-Liamcito de ojos azules.- Corrió hacia mí torpemente. Caminé hacia ella, Olivia tropezó con sus pies y casi se cae al suelo y para nuestra buena suerte conseguí sujetarla.

-¿Cómo estás?- La puse de pie y sujeté su cara con mis manos. Ni un rasguño. Suspire aliviado.

-Viva- susurró divertida, que humor más ¿raro?

-No digas gilipolleces.- La tomé del brazo y la llevé al coche.-¿Y Cameron?- pregunté sentándola en los asientos traseros del coche.

-En el bar.- Me señaló un lugar algo mal cuidado.- Tráelo, no me voy contigo sin Cameron- infló sus mejillas poniéndose roja.

-Tranquila, voy a por él.- Me regaló una sonrisa mientras se quedaba dormida. Cerré el coche y deje a Olivia para encontrar a Cameron.

Caminé hacia al bar y justo salió Cameron. Nuestros pechos chocaron y hubo un momento en el cual ambos nos desequilibramos.