¿Esta maldito mi amor? (Saga Amour #1)

Primera vez

Capítulo 9

Primera Vez

Ana

-¿Qué?-pregunté desconcertada. ¿Un hijo? ¡Pero si hasta hace un día que no me toleraba!

-¿Por qué?-en seguida me paré de la cama y me alejé de su cercanía ¡Yo no estaba en condiciones de eso!La cara de William incluso se sonrojó un poco ¡se sonrojó! Todo esto parecía muy fantasioso.

-Mis primos están esperando a su primer hijo, el cuál si yo no tengo descendencia se convertirá en el Duque de Amaton en cuanto yo muera. Es algo que debo evitar, y tu como mi esposa me tienes que cumplir.-declaró. William también se paró de la cama y se acercó a mí. Yo retrocedí hasta que mi espalda chocó con la puerta, ahí él aprovechó para acorralarme con su cuerpo.

-Sé que te encuentras asustada...-me tomó por los hombros con un cuidado especial, como jamás lo hizo. Su voz sonaba dulce e incluso cálida.-...Sé que me he portado como el peor hombre del mundo...- él aprovechó para bajar su mano por mi brazo hasta mi cintura.-...Pero necesito que entiendas que hacer esto es necesario, incluso para ti.

-¿Por qué para mí?-pregunté intentando quitármelo de encima, él lo noto y se acercó todavía más, tanto que necesitaba voltear arriba para verle a la cara. Me sentía pequeña, sometida, indefensa ante él.

-Porque, si yo muero, con un hijo mío tu estarías protegida ante ellos, sino, ellos podrían correrte de esta casa y dejarte sin nada. Así que como ves, es necesario.- ni siquiera me dejó responderle. Me tomó de la cintura y de la nuca, y me besó, como solo Matthew me había besado.

Al principio me quedé quieta, no sabía cómo reaccionar ¿Debería empujarlo y correrlo de mi habitación? ¿O mejor dejarme hacer y soportar mi destino?

•••

William

Ella cedió, se rindió ante mí y me dejó profundizar el beso. Mis manos vagaban por su espalda, su cadera, sobre su camisón de seda, seda sobre su piel, seda sobre seda. Por un momento recordé como era yo antes de conocer a Micaela, cuando solo disfrutaba de estos placeres sin importarme quien era la mujer en concreto. Micaela...Paré un momento y vi a Ana a los ojos, ella de nuevo los tenía un poco llorosos. ¡Mi Micaela por favor perdóname! Pedí al cielo.

La besé en el cuello, y la dirigí a la cama. Por un momento me dio la impresión de estar jugando con una muñeca, un ser inanimado que puedo manipular a mi antojo.

La recosté en la cama, y seguí con mi tarea en su blanco cuello. Tengo que admitir que era hermoso y a mí me gustaba de sobremanera.

•••

Ana

Él se posó sobre mí, mientas me seguía besando el cuello.

"mi señora con todo respeto, lo que usted hará será cerrar los ojos y dejarse hacer." casi oí decir a Mary, así que seguí su consejo y solo cerré los ojos.

-Desabróchame la camisa.-William me dijo en el oído. A pesar de que intentaba ser tierno, yo lo seguía escuchando como una orden.

Con las manos temblorosas las subí hasta su pecho y él tembló un poco. Desabroché los primeros botones, pero paré en seco. William acariciaba uno de mis pechos, me tensé.

-¿Voy muy rápido?-me preguntó. -Tranquila, nunca he hecho que ninguna mujer la pase mal entre mis brazos. Solo relájate.-él me veía a los ojos para luego bajar a besar mis clavículas.

Debo admitir que no me desagradaba, pero tampoco me sentía cómoda. Si tan solo fuera Matthew. ¡Eso era! Podía imaginar que era Matthew, y no William, el que me besaba de esa manera. El que empezaba a subir mi camisón mientras acariciaba mi pierna derecha, no sé porque yo la levanté un poco para aferrarla a su cadera, sintiendo algo duro que presionaba contra mí en esa zona que comenzaba a cosquillearme.