Capítulo 6
No eres nadie
Presente
Ana
El día siguiente a la boda prometía ser mejor, estaba soleado y hermoso. Yo ya llevaba despierta incluso desde antes que amaneciera. Mary no tardó en llegar, acompañada de una joven que conocí el día en que llegue, y una gran bandeja con desayuno.
-mi señora, me han mandado a presentaros a su nueva sirvienta.-dijo Mary con algo de tristeza en su voz.-esta es Julia.
La chica dejo el desayuno en la mesa del escritorio e hizo una reverencia.
-Julia, llévate ese desayuno, comeré con mi esposo.-le ordené. La chica se sonrojo violentamente.
-disculpe mi lady pero...bueno...-balbuceó.-el Duque desayuna en sus aposentos.-dijo Julia con un gesto de disculpa.
-bien en ese caso, quiero desayunar en el comedor por favor.-dije sonriendo intentando calmar a la chica.
-pero mi lady...a el Duque no le gusta usar el comedor más que en la cena.-dijo volviéndose a sonrojar.
Mary me volteo a ver y se mordió un labio. Ella sabía que yo era paciente pero hasta un cierto límite que Julia ya había cruzado. Sin embargo, yo no quería asustar a la chica.
-Julia has lo que te ordeno y manda a poner un servicio de desayuno en el comedor.-dije sonriendo, fingidamente claro está.
La chica empalideció y apresurada tomo la bandeja y salió de la habitación.
Suspire, Mary me volteo a ver triste.-mi señora ¿ya no me necesitará a su servicio?-pregunto afligida.
Mary no tenía familia ni ningún pariente vivo, su preocupación más grande siempre fue ser despedida pues no tenía ningún lugar a donde ir.
-no digas esas cosas. Te quedaras aquí pero como mi dama de compañía y amiga no como mi sirvienta.-le sonreí a mi pelirroja favorita. Ella también y suspiro aliviada.
-¿me ayudas a vestirme?-pregunte, ese era un cambio pues generalmente no lo pedía, yo lo ordenaba. Mary asintió satisfecha.
Salí de mi habitación completamente vestida, había elegido algo simple; un vestido de gasa de color azul pálido y un peinado recogido simple. Mary me seguía de cerca, le conté lo que había pasado la noche anterior con Matthew y con William, ella se sorprendió al saber que mi esposo no me había visitado en la noche ¿o lo hizo? No lo sé.
Llegamos al comedor, después de perdernos un poco por la gran casa, entre risas llegamos al comedor en donde solo habían puesto un servicio. Julia que estaba parada a un lado de la mesa rápidamente fue a poner otro servicio en la mesa.
Mary y yo desayunamos rodeadas de una amena plática. Mientras comíamos, revise la decoración del comedor para ver que cambiar, era espacioso y con muchas ventanas, las cortinas eran de color crema al igual que las paredes, los muebles eran de color caoba y todo lo de metal era dorado. En el centro de la habitación colgaba majestuoso un cuadro, una pintura de una jovencita bastante bella, era de ojos y cabello color castaño claro, vestía un vestido naranja y un collar de perlas con broche de diamantes.
La chica del cuadro poseía una mirada dulce y facciones delicadas.
La curiosidad pudo más que yo, pero solo nos encontrábamos Mary y yo en el comedor, poco después apareció la cocinera, la señora O'Brien para recoger los platos.
-disculpe señora O'Brien ¿usted sabe quién es la joven del retrato?-pregunte. La señora O'Brien me miro de manera arisca, torció los ojos y resoplo.
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¿Esta maldito mi amor? (Saga Amour #1)
Ficción históricaSaga Amour Libro 1 El amor es absurdo, y en el siglo xviii lo es más. Él perdió a su amor. Ella no puede estar con el suyo. Un boda por conveniencia que podría decantar en un desastre ¿William y Ana lograrán superar sus barreras autoimpuestas? **bu...