Capítulo 5
La fiesta
Presente.
Ana
Esta vez al bajar del carruaje si pude distinguir bien la que ahora sería mi casa, Kengsinghton Royal Hall.
Era una construcción magnifica y sumamente elegante, además de grande. En el salón principal todos los invitados nos esperaban a William y a mí.
El salón estaba exquisitamente adornado, no dudo de que esto haya sido obra de Amy, pues me parece que ella tiene un gusto precioso. Varios invitados se acercaron a felicitarnos, luego un viejo Lord quiso tener el placer de bailar con la novia; pensé que William se negaría a eso, pero fue todo lo contrario pues casi me obligó a levantarme de la silla.
Mi esposo y yo casi no habíamos vuelto a hablar, solo lo indispensable, unas cuantas preguntas por parte mía y cortas respuestas por parte de él, luego me mando a callar diciendo que ya le tenía harto.
El viejo Lord era uno de los mayores comerciantes de Amaton, se llamaba Lord Cluny, tenía 4 hijas en la capital y una esposa sepultada ya hace varios años. No pude seguir mi conversación pues la música acabo.
Me despedí con una reverencia del Lord, para regresar con mi esposo, pero una fuerte mano me tomo por el codo obligándome a girarme hacia su dirección. Note esa mandíbula cuadrada, esos labios rosados que tantas veces había besado, esos ojos negros que habían llorado por mi culpa, ese mismo cabello castaño bastante despeinado; era mi Matthew. Todo lo de alrededor pareció desintegrarse, ya solo me importaba él.
-¿me concedería esta pieza Lady Kengsinghton?-dijo en ese sensual susurro que siempre hacia que me dieran ganas de besarle, pero ahora sonaba un poco triste, aun así logro que mi corazón palpitara a mil por hora y que me temblaran las piernas.
-¿nuestro último baile?-pregunté tomando su hombro, dispuesta a bailar con él. Note como asintió.
-te vez preciosa.-me susurro al oído. ¿Porque la vida eran tan injusta que no me dejaba estar con el amor de mi vida? Nuestros ojos se conectaron, su mano en mi cintura me pegaba cada vez más a su cuerpo; de pronto quise estar a solas con él.
•••
William
Ana se había marchado acompañada de Lord Cluny, di gracias al cielo pues no quería amargarme la velada estando con ella todo el tiempo.
Era una muchacha linda, pero irritante en exceso, además de que no creo que pueda jamás llenar el espacio ocupado por Micaela, ella simplemente era única y perfecta.
-¿tan amargado en tu propia boda? Sabes si yo fuera tú estaría verdaderamente feliz.-dijo Dereck sentándose en la silla a mi lado.
-¿porque la escogiste a ella?-pregunté a mi amigo, después de todo él había elegido a mi ahora esposa.Dereck sonrió.
- es simple, ella estaba desesperada por un buen matrimonio y te hubiera aceptado aún si fueras un viejo como Lord Cluny, y bueno es bella además de que me recordó mucho a Lady Lilianne.
Yo sonreí. Eso era cierto, Ana era idéntica a mi madre, incluso más que yo mismo. Ana era de estatura promedio, ni muy alta ni muy baja, era menuda, tenía curvas, era, al menos de cuerpo bastante normal, su piel blanca como la leche, en fin nada espectacular. Su cara era simétrica con facciones suaves y delicadas, sus ojos eran con forma de almendra coloreados de un azul grisáceo bastante claro, tenía labios pequeños y rosados, su cabello era de color rubio un tanto ceniciento exactamente idéntico al de mi madre, ella misma era como una copia de mi progenitora.
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¿Esta maldito mi amor? (Saga Amour #1)
Ficción históricaSaga Amour Libro 1 El amor es absurdo, y en el siglo xviii lo es más. Él perdió a su amor. Ella no puede estar con el suyo. Un boda por conveniencia que podría decantar en un desastre ¿William y Ana lograrán superar sus barreras autoimpuestas? **bu...