Pluma Cielo

1. Encuentro

"No hables y no llores, solo has silencio y quédate quieto" El pequeño de ocho años temblaba sintiendo que su corazón se oprimía. "Mamá" dijo en un susurro viendo a la hermosa mujer con su cabello suelto pegado a sus rostro por la sangre y las lágrimas, la mujer le sonrió y le dio un beso en la frente. La puerta del clóset se cerró y el pequeño sintió que era la última vez que vería a su madre. Se asomó por una rendija y vio a dos hombres con trajes negros que golpeaban a su madre y la desnudaban sin importarles sus lágrimas y gritos.

El pequeño cerró los ojos y cubrió sus oídos, cuando los abrió la policía lo sacaba de su casa a la cual volvería cuando cumplió veintiún años. Park Jimin tenía veinticuatro años de edad, después de haber vivido en un orfanato durante ocho años ahora era un famoso escritor de novelas BL, su última novela llamada "Nevada" iba a ser llevada a la pantalla chica con una serie de televisión. Su editor de veintiséis años, Jung Hoseok estaba más que feliz con el contrato y solo esperaba que la próxima historia fuese más caliente que la anterior.

Jimin escribía en su computadora, estaba iniciando el capítulo de su nueva novela, pero le habían pedido que fuera erótica y con mucho Smut. Jimin era un chico bastante inocente puesto que sus relaciones amorosas eran nulas, él carecía de algo que hacía a los hombres alejarse de él, desde que su madre le había ordenado no hablar y llorar, jamás lo había hecho. Conoció a Hoseok en la universidad y aunque al inicio le temía, pues no había nada que hiciera llorar a Jimin.

Sin embargo, el día en que unos chicos intentaron abusar de Hoseok, el único que le ayudó fue Jimin, desde ese día fueron inseparables. Nadie conocía la verdadera personalidad de Jimin, excepto Hoseok quien le fascinaba compartir sus fantasías sexuales con su amigo. Jimin amaba a Hoseok al punto de que eran vecinos, pues Hoseok no quería que el escritor se quedara solo en aquel barrio. Su relación era tan única que cuando un novio de Hoseok habló mal de Jimin, pese a mantener una relación bastante estable, Hoseok le terminó, pues para él Jimin era único quien lo aceptaba sin importar nada, ambos eran más que amigos, hermanos. 

Una puerta siendo destruida hizo que Jimin dejara la comodidad de su oficina, se levantó rápidamente y se acercó a la sala, su corazón se aceleró cuando vio a dos hombres de negro junto a su padre, el maldito hombre seguía vivo y molestándolo. 

— Es él, díganle al jefe que es mi pago, no puede hablar así que no será difícil llevárselo.

"¡Dios mío! ¿Qué hago? Corre tonto" Se dijo a sí mismo en el pensamiento, corrió y marcó el número de Hoseok, ellos tenía una clave para comunicarse. Cuando respondió Jimin presionó dos números que eran señal de auxilio. Hoseok inmediatamente fue en su ayuda. 

Jimin sintió un fuerte golpe en la cabeza, después solo hubo  oscuridad. 

Detective

Jeon Jungkook de veintitrés años, era el detective más joven del distrito de Gangnam, corría tras un maldito mafioso que creía en su estupidez que podría escapar de él. Llevaba tres meses detrás de un grupo de mafiosos que traficaba con niños y mujeres, odiaba la forma en que se aprovechaban de los débiles y no quería dejar fuera a ninguno de ellos. Había pasado por situaciones realmente difíciles desde su niñez, pues su hermana menor había sido secuestrada por unos mafiosos, su padre, un policía como él, los había rastreado hasta que rescató a su hermana, pero ella había sido violada.

A los quince años, su hermana se había suicidado, su hermano menor Dongpyo había crecido sobre protegido por él pues no deseaba perder a alguien más. Decidió unirse a la policía y tenía demasiados dotes para que lo emularan rápidamente a detective y su capitán Kim NamJoon no se arrepentía. Poseía instinto, inteligencia, perspicacia, observador y analítico, dotes excelentes para un detective, además de una fuerza  impresionante.