8. Demasiado Impulsivo

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Jimin se movía de forma sensual sobre el miembro de Jungkook, este sostenía sus caderas y gemía ante aquella sensación de estar enlazado a Jimin. Las manos de Jimin estaba sobre el pecho de Jungkook y sus labios entre abiertos mientras sus gemidos agudos se escuchaban solo para su amante. Los  dos estaban extasiados por aquella sensación tan embriagadora que los hacía moverse de forma desesperada y queriendo fundirse más.

Jungkook lo tumbó contra la cama, con sus manos acarició desde sus tobillos hasta sus muslos, luego sus manos se colocaron en su cintura y lo embistió, se acercó a él lamiendo su pecho hasta su cuello donde dejo marcas, Jimin movía sus caderas con desespero. — Jimin me vuelves loco... Dime ¿Por qué me siento tan adicto a ti?

—  Gukk... te amo.

Jungkook sonrió, tomó los brazos de Jimin y los colocó en su cuello, luego sus piernas  las sostuvo por la parte de atrás de las rodillas. Jimin sonrió al estar tan cerca de él, Jungkook tocó su punto más placentero y empezó a embestirlo, una y otra vez. Sus cuerpos se tensaron cuando la liberación de su esencia estalló como fuegos artificiales. Luego Jimin no quiso separarse de él, ambos se abrazaron y se durmieron con una sonrisa en los labios, Jungkook quiso preguntarle acerca de la formula para saber hasta que punto tenía conocimiento, pero al verlo dormir con aquella sonrisa.

Al día siguiente, Jungkook despertó encontrándose con Jimin usando su camisa y uno de sus bóxer. Escribía en su laptop y sonreía al hacerlo, Jungkook se levantó y se dirigió al baño. Jimin se había instalado en su habitación y eso lo hizo sonreír, vio su ropa en el sesto de la ropa sucia y vio que estaba muy cómodo con la situación. 

Cuando salió, Jimin estaba empinado tratando de alcanzar unos pantalones, Jungkook lo tomó de la cintura y lo levantó. Jimin sonrió y tomó el pantalón de mezclilla, lo extendió y vio que podía quedarle. Jungkook lo devolvió al piso y asintió.

— Ese te quedará, lo usaba cuando tenía dieciocho, eres más pequeño y adorable. — Jimin sonrió y se colocó el pantalón. "Adorable porque no sabes todo lo que pasa por mi mente" pensó Jimin. 

— Pero tu ropa está en la habitación de huéspedes. 

—  Tuya... co-cómo...da.

—  Está bien como prefieras, siempre será como tú lo decidas. —  Jungkook dejó de secar su cabello y sacó su ropa de trabajo, casi siempre vestía de negro. Jimin observó sin pudor el cuerpo desnudo de Jungkook mientras escribía en su laptop, describía cada detalle del cuerpo asombroso del detective.

"¡Santa mierda del Infierno! Es que con ese cuerpo solo puedo decir ¡Soy tu sumiso! Ni bañándome se me quitó todo lo sucio que quiero hacerte. Kook, si yo fuera avión y tu mi aeropuerto aterrizaría todos los días en tu exquisito cuerpo."

— Jesús

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— Jesús... —  exclamó Jimin al ver al detective listo para irse al trabajo. Este le sonrió y tomó su mano para salir de la habitación. Su madre los vio con una cara pervertida y les sirvió el desayuno. 

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