Capítulo 8

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- Te ves más grande_ comentó de repente. El incidente de la puerta de hace 2 semnas sin duda era prueba de mi progreso

- ¿Más alto? _respondi en forma de pregunta cómo si no supiera a lo que se refería.

Lilith río entre dientes, acaricio mi vientre, sus labios besaron mi frente.

- No me refería a eso jaja. Tu peso eso es lo que quería decir _ después de todo ella estaba siendo la culpable de dicho aumento, a veces me forzaba a comer cuando estaba totalmente hinchado por consumir demasiada comida. Sin duda yo lo disfrutaba aunque me costaba mucho ponerme de pie con esa sensación de llenura.

- ¿Te molesta esto? _le dije haciendo un puchero y dando un pequeño brinco para que mi estómago rebotara.

- No, no, no. Me encanta... Ya te lo he dicho te ves hermoso _ sonrió levemente para darme otro beso_ Pero... ¿No quisieras pensarte?_ preguntó inquieta como si tuviese mucha curiosidad.

Solo asentí con la cabeza. Trajo consigo la báscula la puso en el suelo y movió su mano como diciendo que me subiera. Lo hice. Bajé mi mirada para observar cuanto marcaba, para mí sorpresa mi vientre ya no me lo permitía. Eso solo consiguió que me pusiera algo nervioso.

- A-amor me... ¿Me ayudarías viendo cuánto marca?

- 143 kilos_ sus ojos se abrieron.

No sé si era sorpresa o decepción porque fueron semanas de largos banquetes propuestos por la misma Lilith.

- Tu turno_ mencioné. Estaba ansioso por saber.

- ¿Es necesario? _expresó con vergüenza.

Moví de derecha a izquierda negando.

- Solo si quieres.

Sin pedírselo subió, con la mirada en el panel de la báscula.

- Bueno... 102 kilos _suspiró.

- ¿Te sientes bien con eso?

- Si, tú me haces sentir bien.

Le di una sonrisa y ella me la delvolvió. La conversación terminó ahí.

Esos 102 kg explicaban porque cada vez que la tenía encima, se volvía más complicado soportar su peso, también explicaba el como su ropa empezaba a marcar su curvas, notándose mucho más en su pecho, vientre y caderas. Estábamos hechos el uno para el otro.

Ya en su habitación, solo nos dedicamos a ver películas. Comiendo bocadillos,en medio de la situación miré sus labios algo manchados me senté y puse todo mi cuerpo sobre ella, podía sentir nuestros vientres encontrándose entre si. Me saque la camisa y procedí a quitársela también.

- Estás muy gordo_ dijo en forma de alago_ hace un tiempo aún podía resistir tu peso ahora se ha vuelto más difícil.

- Gorda_ respondí, haciendo que se ponga roja_ me gustas así, gorda... Solo mira esto_ le sujete los rollos que se le habían formado en el estómago.

Con algo de recelo le desabroché su brazzier. Dejando al descubierto sus pechos, lamí sus pezones cambiando mi postura para besar su abdomen.

- E-espera... Hoy no, esto no. Quiero que me des de comer.

Comida pensé, era la primera vez que me lo pedía así. Me cortó el rollo pero siempre respetaría su decisión.

- Estarás tan llena que habrás deseado no pedírmelo_ le dije de queriendo sonar rudo.

Había una caja de donas que se suponen eran para mí, ahora tenían que estar en el estómago de Lilith.

Tome un par y las acerque a sus labios para que mordiera por su cuenta, se llevó poco menos de la mitad en ese mordisco, su boca quedó manchada y repleta

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Tome un par y las acerque a sus labios para que mordiera por su cuenta, se llevó poco menos de la mitad en ese mordisco, su boca quedó manchada y repleta.

- Rápido _le exigí.

Se apuró, no espere mucho para acercar lo que restaba de las donas a su boca. Tragó con esfuerzo.

- Solo quedan 10 y ya te cuesta.

- Y-yo puedo_ dijo con comida en la boca.

- Dime cuándo creas que fue suficiente y me detendre de inmediato. Tendré que comer el resto_ dije lo último como si se tratase de un sacrificio de muy duro trabajo.

Luego de terminar la caja de donas, Lilith se bajó el short por debajo de los rollos de su vientre. Dejó que contemplará su grasa. Se acomodó y con sus palmas tocó sus muslos como invitándolo a posarse encima.

- ¿Segura?

- Muy segura_ dijo tomándolo por el cuello de la camisa y desabotonandola_ Tu turno.

¿Mi turno?  Me pregunté a mi mismo.

Besó cada parte de mí. Me hizo sentir especial. Muy especial. Entre sexo y comida la experiencia le volvió mucho más placentera hasta que me sentí tan lleno que tuve que detenerme un momento para tomar aire, un poco de fuerza de voluntad para terminar la comida y algo de esfuerzo para seguir complaciendo a Lilith, al embestirla se movía todo mi cuerpo, el sudor corría por mi frente. Su cara era de completa felicidad. Esa era suficiente para mí, llegó al orgasmo. Al terminar solo estaba exhausto recostandome a un lado para tomar un gran respiro, estuve por dormir hasta que mi preciosa dama se acercó aplastandome. Puso en mi boca unos pedazos de pizza, así la tarde entera. Terminando con 2 botellas grandes de gaseosa. Mi vientre estaba tenso, parecía que tenía 7 meses de embarazo. Cuando intenté levantarme a mitad de camino me encontré con la mano de Lilith presionando con fuerza mi pecho hacia atrás.

- Aún falta algo_ expresó mostrándome un funnel que sacó de su armario_ Estuve investigando y creo que te agradará. Solo debo ir a la cocina por algo de batido.

Tardó 15 minutos que se me hicieron eternos. Cuando al fin tuvo todo listo, solo me dejé llevar. Sentía como el poco espacio que me quedaba en el estómago se llenaba por una mezcla muy espesa y cremosa. ¿Que le habrá puesto? Pensé, de todas formas sea lo que sea, me gustaba mucho. Tiempo después de eso, no recuerdo que sucedió, solo que desperté en el mismo lugar con la boca manchada y un estómago que aún no perdía el gran tamaño que consiguió por la comilona. Quise ponerme nuevamente mi camisa, pero mi intento fue realmente inútil, con mucha fuerza la abotone, para mí sorpresa cerró aunque me sentía muy incómodo no solo la presión que hacía en mi vientre, sino mis brazos también no me había percatado es todo este tiempo lo gruesos que se volvieron -se veían algo tierno y esponjosos tal como los de un peluche- así que termine por quitarmela.

Entre la oscuridad no encontré rastro de Lilith, la llamé con recelo y no respondía a mis llamados así que solo me senté en su silla de escritorio a esperarla. Empecé a dar vueltas, las ruedas solo rechinaban, se veía algo antigua y no estaba seguro de si aguantaría mi peso, no le di tanta importancia y continúe. Un deseo interno pedía a gritos romper la silla, cosa que no ocurrió, quizá la próxima este lo suficientemente pesado como para lograrlo. Aburrido volví a llamarla está vez con más fuerza.

- ¡Lilith! _grité. Consecuentemente ella asomó su cabeza por el marco de la puerta.

- Déjame adivinar, tienes hambre. Si tienes hambre.

- Está vez quede repleto_ dije sonando muy seguro.

- Siempre dices eso.

- Está vez no me queda nada de espacio.

- ¿Desde hace cuánto que tendrás un bebé?_ bromeó con buen humor.

- Este bebé es por ti_ respondí siguiéndole la corriente_ Quiero seguir con esto, aún no es suficiente.

- Espero tengas un límite.

La conversación se torno algo incómoda, el último comentario de Lilith sonó a preocupación, pero era ella quien de hecho insistía en aumentar mis comidas, ella era quien disfrutaba tener ese control. Sin embargo... Un límite es algo que todavía no me planteaba, aún quedaba un largo camino por recorrer.




TODA LA GRASA QUE OCULTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora