Capítulo 9

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Capítulo 9: catacumbas y abismos

—La sangre de ciertos Sangre Puras es impresionante —Explicó Cross cuando observó que los menores tomaban de manera tentativa la tazas donde Zero había dejado caer su sangre, no los culpaba, no estaba bien visto que un humano diera su sangre con tal tranquilidad— La última sorpresa que nos regaló Shizuka Hio son sus recuerdos, los cuales fueron otorgado a Zero

Zero miró la cicatriz que sanaba en su muñeca, había hecho casi lo mismo bastante años atrás para que Cross y los demás supieran la verdad, era una experiencia horrible pero que no dejaba lugar a dudas. Con el tiempo y con mucha investigación aprendieron que aquella era una habilidad que no cualquiera podía hacer, pero que aquellos que lo hacían pagaban un costoso precio.

Ante el temor de perder aquella habilidad, aquellos recuerdos tan valiosos Zero dejó de aceptar sangre y llevaba años consumiendo suplementos que imitaban aquel producto, aunque a la larga se estaba deteriorando y era solo cuestión de tiempo para que los signos del nivel e lo poseyera. Sobre todo ahora que no tenía a su Líder de Sangre.

Yuki dejó caer la taza de sus manos mientras una lágrima escapó de sus ojos, su piel pareció palidecer aún más y tapando su boca evitó devolver el contenido de su estómago. Kaname a su lado observó con intensidad al cazador.

—Esa es la verdad —Señaló Zero con una sonrisa casi burlona observando con la misma intensidad a Kaname, aquellas orbes chocolate le atrapaban rápidamente— ¿Ahora qué harán con ella?

Sabían que nadie veía lo mismo pero hasta el momento la verdad siempre el final era el mismo: Todos eran parte de un gran tablero donde Haruka luchaba contra su destino y hasta ahora siempre había perdido.

**

Kaito alcanzó a destruir el cráneo de un par de niveles e antes que mordieran a su compañero quién lo observó con un mueca de desagrado, fingió no verla pero se aseguró que el menor se encontrará bien.

—¿Por qué rayos desapareciste? —Cuestionó el chico de cabellos color plata antes de acercarse y golpear su estómago con fuerza— Se supone que estamos juntos en esto

—Si, lo siento —Respondió el castaño recuperando el aire mientras intentaba dedicarle una sonrisa al menor— Creo que ya se donde puede estar el diario

Ichiru alzó una ceja pero siguió al más alto sin cuestionar, habían pasado días bajo aquellas catacumbas y no quería seguir haciéndolo. Solo quería largarse de ahí, tomar una ducha en paz, lejos de las arañas, trampas y criaturas que intentan devorarlos.

¿Cómo era que eso había sido parte de una de las Academia Cross?

Entrando a una especie de salón habían una cantidad de estatuas antiguas, cada una mostrando a una criatura mítica distintas talladas en piedra. Todas mirando hacia la entrada donde se encontraban.

—Definitivamente Cross es Cross en cada una de sus vidas —Señaló Kaito mostrando el lugar— ¿Por cuál apostarías?

—Es fácil —Ichiru sonrió mirando cada una de ellas hasta que encontró la más pequeña, una escondida de la hierba donde había una pequeña rosa— Aquí, los detalles tienen el nombre de Cross por todos lados

—¿Detalles? —Preguntó casi de manera burlona el castaño— No querrás decir obsesión

Ichiru fingió ignorar a su compañero, mientras comenzaba a quitar la hierba y comenzaba a escarbar el suelo, era algo que había dejado ir hacía años por su salud mental. Poco después Kaito se arrodilló a su lado y comenzó a ayudarle a quitar la tierra.

—¿Cómo lograron hacer catacumbas en una Escuela? —Preguntó el moreno—La verdad es que aún no entiendo porque lo siguen intentando

—Por la misma razón que tú sigues con nosotros —Señaló el albino encontrando una vieja tapa de metal— Alguien tiene que acabar con esta locura

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