Capítulo 2

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Capítulo 2: El infierno de un ángel

—Entonces... ¿Alguna duda? —Preguntó Zero mirando a todos los vampiros que se encontraban en la sala de estudio, eran los principales miembros de los nobles de los Kuran pero eso no hacía que fueran los más atentos a la clase de Clase Social— Perfecto, entonces seguimos

Un gemido de frustración se escuchó en general y Zero alzó una ceja, estaba seguro que incluso Kaname había dejado de lado su pulcro comportamiento para quejarse, miro el reloj de pared y luego a los pequeños vampiros.

—Tomemos entonces un receso —Ordenó el mayor— Pero para la próxima clase quiero que cada uno me traiga cinco deberes que tiene cada uno en la sociedad Vampírica y con los humanos, no se permite repetir así que atentos a lo que hacen los demás

Borrando el pizarrón escucho como el grupo de menores se alejaba de sus mesas y comenzaban a estirarse, algunos comenzaban a comer y otros salían de la sala de estudio para hacer un cambio de aire. Después de tres meses trabajando en la casa Kuran se había acostumbrado a reconocer las rutinas de los menores, sus actitudes y hasta su tipo de expresión.

Terminando de limpiar la pizarra se dirigió a su escritorio sirviéndose de un termo una taza de café y sacó de las galletas que Cross le había mandado para su receso, sacando tres para él y dejando a las demás en la primera mesa para que los menores comieran.

—¿En qué piensa? —Kaname lo sacó de sus pensamientos

—Solo descanso, algo que deberías hacer —Señalo mientras le indicaba las galletas— Come una, te ayudará a tener energías

Mientras el castaño obedecía Zero sonrió al ver como varios de los pequeños nobles parecían verlo con malestar y no podía culparlos, ellos acostumbraban a mostrar respeto a la familia Kuran por su liderazgo.

Todos menos él.

Él respetaba a los mayores pero jamás mostraría la sumisión que los nobles mostraban porque no sentía el poder que estos ejercían en los demás. Uno de los beneficios de haber sido híbrido, sentía la presión pero no estaba obligado a obedecerla.

—¿Quién las hizo? —Preguntó el menor

—Mi tutor —Respondió el cazador— Es un buen cocinero y dijo que podría gustarle

—¿A ti te gustan? —Insistió el menor luego de un momento de silenció

—Es un buen aperitivo —Zero le quitó importancia al asunto antes de levantarse de su lugar— Bien chicos, es hora de continuar...

Luego de que todos volvieran a sus asientos Zero continuó, mientras el grupo era observado desde una distancia prudente por un castaño que pasaba su lengua por sus labios.

**

Al terminar las clases Zero recogió sus cosas y se juntó en el pasillo con Wakaba, quién se acercaba con Yuki tomadas de las manos, quién al ver a su hermano se soltó de la mayor y corrió hasta Kaname.

—¡Fue muy divertido! —Señaló emocionada la menor— ¿Por qué no me dijiste que estudiar era tan divertido?

—Porque hasta ahora no lo había sido —Reconoció el castaño antes de mirar a los dos adultos— Muchas gracias por sus cuidados, esperamos con ansias la próxima clase

—Nos vemos mañana —Se despidió Wakaba antes de caminar por el pasillo con Zero a su lado— No van a durar mucho con ese ánimo

—Muchos ya no siguen a sus líderes —Señaló Zero divertido

—Señorita Wakaba, joven Kiryuu —Los interceptó Rido Kuran cuando se habían acercado a la entrada— Buen trabajo el de hoy, veo que los chicos están muy motivados

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