Golden tears || BillDip

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     En el año 1390, un nuevo poder invadió el medio oriente, tomando el control de innumerables ciudades bajo su enorme fuego destructivo. Un reinado lleno de poder, viajó por cada una de las tierras en su camino, dejando desolación y destrucción a su paso.

Este nuevo reino, conocido como el reino de Gravity Falls, estaba bajo el mando del santísimo padre gobernante de la santa inquisición. El Padre Tadeusz II, un hombre despiadado que, a pesar de luchar bajo el nombramiento de la mano de Dios, era casi tan cruel como los demonios que desterraba de este mundo, y tan poco benevolente como las cientos de almas inocentes que murieron cruelmente por su mano.

Todo por mantener sobre el mundo la gloria de Dios.

Millones fueron las vidas arrebatadas bajo su mandato, y cientos las pérdidas que generaron sus destructivos poderes sobre varios pueblos y ciudades de los que quedaron solo escombros de lo que alguna vez fue, un cálido lugar habitable. Era el terror del mundo, pero bajo la luz del sangreante cielo, ese hombre era un simple guía que se encargaba de hacer cumplir las leyes de las altas divinidades celestiales.

Tadeusz era un hombre enfermamente codicioso y poco cuerdo, que terminó destruyendo la mitad del mundo, expandiendo su control por todo el continente americano, el continente europeo y el continente asiático, dejando a su paso cenizas como restos del uso de su armamento escupe fuego.

El mundo fue doblegado a existir por el bien de las leyes de Dios, y así mismo, obligados a dar sus vidas por las manos de Dios.

Tadeusz II, falleció a causa de una terrible enfermedad que acabó con sus órganos internos. Dejando aquel enorme reinado de sangre a su hijo, quien, al cumplir la mayoría de edad, tomó el control de reino y la santa inquisición dispuesto a asesinar a los hijos de los demonios, siendo aplaudido por su pueblo por seguir el legado de su padre.

Sin embargo, su reinado no duró mucho cuando Tadeusz III fue asesinado la noche que nació su pequeño hijo, junto con su esposa, dejando en total soledad a su recién nacido.

El reino era un caos al verse sin un gobernante, debido a que el pequeño aún era un bebé. Todo empeoró cuando dos hijos del infierno, terminaron revelándose contra las manos de Dios. Aquellos pobres secuestrados, obligados a vivir como esclavos y servidumbre para los originarios del reino, sirviendo aquellos llamados las manos de Dios. Ellos terminaron generando una revolución que llevó casi a la derrota del vacío reino, llevándolo casi a su temida extinción.

Los hijos del infierno, eran personas nacidas en el reino que nacieron con sus ojos del mismo color del infierno, reflejando en ellos la imagen del demonio y siendo pecados andantes para la existencia de Dios. Debían ser eliminados tan pronto como nacieran, para no ofender a Dios y que su ira acabara con el mundo. Pero estos hijos del infierno, solo podían ser eliminados por el legítimo heredero al trono, para librar sus almas del pecado y llevarlos al cielo por su mano bendita.

Sin embargo, el futuro rey aun no podía tomar el trono.

Aun así, los hijos del infierno fueron traicionados por sus camaradas, aquellas manos de Dios que trataban de salvar sus propias almas de la desgracia de ellos, los habían vendido al mismo infierno.

Fueron encarcelados, sin ver la luz del día durante casi veinte años. Siendo a penas alimentados para evitar su muerte, y limpiados una vez cada dos semanas. Los hijos del infierno, sin poder moverse y con los cuerpos hecho huesos, a penas fueron conscientes de cuando fueron sacados de aquella prisión y llevados frente a todo el reino, frente a un hombre de cabello castaño que los miraba como basuras.

El nuevo heredero del trono, el príncipe sin nombre que fue llamado Timottee, sería coronado ese día. Aquel hombre, había sido elegido para tomar en sus manos la espada de Dios, y convertirse en el recipiente de sus sagradas órdenes para mantener el control y la pureza del mundo.

Fue por ello que cuando la corona fue posada en su cabeza, y todos se inclinaron hacia el nuevo rey, Timottee tomó entre sus manos la filosa espada de plata de su fallecido padre, observando su reflejo en ella y acercándose lentamente, cortó sin dudarlo, la cabeza de los hijos del infierno de un solo movimiento.

El reino gritó feliz, recibiendo a su nuevo rey que los había salvado del pecado y librado sus almas de los demonios.

El reino de Gravity Falls, era un lugar misterioso y sagrado, que regía sus leyes en base a los mandamientos sagrados de Dios. Dirigido por la santa inquisición, y por la familia real de las manos de Dios. Solo ellos podían eliminar a los hijos del infierno, nacidos en los aposentos del cielo. Aquellos que nacían al mismo tiempo que el futuro heredero al trono, y eran destinados a morir por las manos del mismo el día de su coronación.

Eran una prueba para probar la lealtad del nuevo sucesor hacia Dios, y ellos siempre tomarían esas almas malditas para probar que su vida, estaba siempre y será bendecida por obra y gracia del espíritu santo.

Por los siglos de los siglos.

̶A̶m̶é̶n̶.