Capítulo 3: Verdaderas intenciones.

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Wangji fue confinado en el Jingshi y mantenerse en reclusión durante tres años, mismo tiempo que ocuparía para sanar sus heridas y meditar sobre su error. Al cultivador Lan no pareció importarle recibir tal orden, después de todo no tenía motivos para tolerar estar rodeado de gente que celebraba la muerte del hombre que amo. Durante las primeras semanas se dedicó a sanar, se permitió descansar de forma adecuada y que sus heridas fueran tratadas con parsimonia, de esa forma, y con su alto cultivo, dejaron de sangrar y el dolor pareció disminuir.

Su hermano mayor ocasionalmente le instaba a salir, Wangji rechazaba la invitación sin ganas de abandonar su hogar y respetando su castigo. Las únicas veces que salía fue cuando visitaba al pequeño Yuan en la enfermería, el niño estaba en tratamiento para recuperarse y toda la primera semana Wangji se mantuvo a su lado.

Los meses pasaron y con ello la convivencia con su pequeño hijo se hizo mayor, Xichen le permitió compartir el Jingshi con el pequeño, tomando en cuenta la edad del niño y lo bien que le hacía a su hermano menor. Wangji parecía sanar a pasos agigantados con la mayoría de sus heridas ya cicatrizadas, el dolor de su corazón seguía presente pero su mayor concentración estaba en cuidar de su hijo. Wen Yuan no parecía recordar nada, al inicio fue un poco difícil porque nada más despertar el niño rompió en llanto y comenzó a llame a su Xian-gege. La escena del niño llamando por la persona que consideraba su familia rompió el corazón de los hermanos. Wangji no pudo reprimir sus propias lágrimas y compartió el dolor de la pérdida con el pequeño.

Esa misma noche pidió a los sanadores que trasladar a Yuan a su propia habitación, el Lan mayor se encargó de equipar el hogar de su hermano con todo lo esencial para tener cómodo al bebé. Esa semana Wangji ignoro sus propias heridas y pasó velando el sueño de su hijo, tocando en su guqin para darle tranquilidad.

La siguiente vez que Yuan despertó pareció reconocer a Wangji porque se arrojó a sus brazos y le llamó papá, aparte de eso, no mostraba signos de recordar a nadie más. En parte era doloroso, pero era mejor para el niño suprimir esos recuerdos que solo le causarían pesar. Wangji estaba dispuesto a ser el único que sufriera la pérdida.

La presencia de Yuan era un bálsamo para su alma, sin darse cuenta habían trascurrido cuatro meses en los que compartió con el niño. Todas las noches trataba de hacerle dormir a las nueve de la noche, le contaría alguna historia y si no funcionaba para dormirle, tocaría su guqin y observará dormir a su hijo. Después se dedicaría a tocar Inquiry buscando alguna pista sobre Wei Ying. Xichen le visitaría todas las mañanas para pasar tiempo con ellos, y su tío algunas veces también lo haría. Fue difícil convencer a Lan Qiren sobre la adopción de Wen Yuan, sin embargo, viendo la condición de su sobrino menor terminó aceptando.

Esa mañana Wangji despertó a las 5 como toda su vida llevaba haciendo, preparo su baño y una vez estuvo limpio se vistió con sus túnicas blancas que había decidido mantener, coloco su cinta tras peinarse y fue a revisar que el pequeño Yuan siguiera durmiendo. Si bien trataba de criar a su hijo bajo las enseñanzas de su clan, también estaba dispuesto a dejarle disfrutar de su infancia, y en ese momento no veía ningún beneficio en despertar tan temprano al pequeño niño. Desde el primer mes que Lan Yuan estuvo a su cuidado, Wangji le había empezado a recitar las reglas del clan, le hablo sobre la cortesía y le fueron entregadas las túnicas del clan y la cinta de la frente donde se le reconocía como miembro principal de Gusu Lan.

Lan Wangji sonrió levemente viendo dormir profundamente a su hijo, le cobijo con cariño puesto que las mañanas en el Receso de las nubes resultaban ser muy frías, y lo dejo descansar, se decidió por meditar en lo que le llevaban el desayuno. Eran las 7 cuando un discípulo toco la puerta de su hogar y le entrego el desayuno para ambos habitantes, Lan Yuan despertó en ese momento y camino aun somnoliento hacia su padre.

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