Xichen estaba nervioso, después de dejar a su sobrino en el jingshi junto a su hermano, el cultivador Lan se dirigió hacia su despacho donde se encontraría para cenar con sus dos amigos. Si bien desde que comenzaron a cenar el Nie y el Jin se la habían pasado discutiendo, eso no era lo que tenía mal al cultivador Lan.
Sino que, Jin Guangyao de vez en cuando le miraba fijamente, como si supiera algo. Desde que los tres habían entrado a la habitación, Xichen les había explicado que A-Yuan había sido adoptado por Wangji. Y que, si bien no compartían sangre, el niño era considerado un Lan.
No era una mentira, únicamente había omitido el hecho de que el niño era un Wen de nacimiento. Jin Guangyao era muy inteligente, por lo tanto, Xichen no dudaba que pronto lo descubriría. Es por eso por lo que, cuando terminaron de cenar y cada uno se marchó a su habitación, Xichen se dirigió a la habitación que siempre se le entregaba a su hermano jurado. Parecía que Jin Guangyao ya le esperaba, pues este abrió la puerta incluso antes de tocar.
Xichen confiaba en sus dos hermanos jurados, era sólo que sabía el odio que Nie Mingjue tenía hacía los Wen, y temía que en su odio y venganza quisiera dañar al pequeño Yuan. Sin embargo, Jin Guangyao era más comprensivo y por ello le revelaría este secreto.
—¿Sabías que vendría?
Fue lo primero que dijo el líder Lan en cuanto ingresó a la habitación de su hermano jurado. Jin Guangyao sólo mostró una sonrisa suave y lo guio hasta la mesa en el centro de la habitación, incluso tenía tazas de té ya servidos.
—Mm. Me dio en la impresión durante la cena que tenías más por decir. Pero también me di cuenta de que no querías decirlo frente a Da-ge.
Lan Xichen solo pudo asentir con la cabeza y tomar asiento. A veces olvidaba lo inteligente que era Jin Guangyao. Sin poder evitarlo, soltó un suspiro cansado.
—Er-ge, si es algo que no puedes decir por el momento, lo entenderé. No es necesario que lo compartas conmigo.
Lan Xichen negó de inmediato. —No es eso. Yo realmente quiero contarte sobre este tema. El problema es que no sé por dónde empezar.
—Está bien. Tómate tu tiempo.
Lan Xichen sabía que era necesario tener una persona en quien apoyarse, durante los meses que su hermano menor ha estado recluido, el estrés acumulado de todo el trabajo que ha tenido, lo está sobrepasando. Y sumando el hecho de tener a un Wen bajo su protección, es algo que lo tuvo nervioso durante tiempo.
Si bien el niño ya ha cambiado su apellido por Lan, nunca podrá borrar el hecho de nacer como un Wen. Sin embargo, Xichen se encariño tanto con su pequeño sobrino, que ha olvidado que comparte sangre con las personas que en el pasado destruyeron su secta.
Lan Xichen carraspeo ante de comenzar a hablar. —Sabes que Wangji ha estado en reclusión todo este tiempo... También sabes que soy el responsable de que mi hermano tengas esas horribles heridas.
El Jin solo asintió, siendo consciente del arrepentimiento en la voz del otro hombre. Para Xichen no fue nada fácil tener que castigar a su hermano con el látigo de la disciplina. Pero era su deber como líder, y aunque Lan Wangji merecía ser ejecutado por el crimen que cometió, el primer Jade jamás permitiría que algo así sucediera.
—En ese entonces, cuando se llevó el asedio contra el Joven Maestro Wei, yo estaba consciente del dolor que provocaría a mi hermano. Aun así, permití que mis discípulos participarán. Cuando le di la noticia a Wangji, el aún estaba muy herido. Solo habían pasado tres días desde que fue castigado.
—Cómo podrás imaginar, él no lo tomo nada bien. —El cultivador hizo una pausa para poder bebé de su té, llevándose así la sensación de amargura de su boca.
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Una oportunidad más a tu lado.
FanfictionDespués de la muerte del Patriarca de Yiling, Hanguang-Jun trata de aferrarse al ultimo recuerdo del amor de su vida. Sin embargo, el mundo de la cultivación demuestra una vez mas su crueldad. Lan Wangji destruido, azotado y traicionado, sin nada qu...