Capítulo 5

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-Las mocosas de hoy son cada vez más descaradas.-


-Hablas como un anciano, ¿Ya olvidaste todo lo que hiciste durante la Preparatoria?-


-¡Cállate!.- Espero a que su hermano terminará de atender a los clientes, extrañamente hoy el día era muy tranquilo en el restaurante, desde su llegada hace una semana pudo darse cuenta de la increíble cantidad de personas que asistían pero hoy como dijo su hermano, "Era un día lento". -No me refiero a eso.- Desde su encuentro con aquella niña no había dejado de pensar en ella, la situación le había hecho recordaba a aquellos jugadores con lo que solían pelearse cuando alguien menospreciada a su equipo, actualmente eso no se veía mucho.


Como si fuera una broma en el restaurante entraron un grupo de jovencitas con su uniforme escolar, aunque para su mente madura la falda ahora le parecía inquietantemente más corta de lo que recordaba. -Descaradas.- Al decir esto se recargo sobre la barra y no pasó ni un minuto cuando recibió un golpe de su hermano de ojos grises con el trapo con el que limpiaba.


-Déjalas en paz, anciano.- Mientras algún empleado atendía a las recién llegadas el menor de los Miya continuaba limpiando la barra que su gemelo parecía esmerado en ensuciar y es que se encontraba en ese estado desde hace cinco días, pensativo, diciendo frases al aire que él de alguna forma debía comprender. Lo estaba cansando. -Ya es Miércoles, no se supone que iba a motivar a las jóvenes promesas del deporte.-


-Tal parece que estaban en la etapa de prueba, lo que sea que signifique eso y por lo tanto debía esperar para incorporarme.-


-Mmh... eso fue hace cinco días.-


-Puedes creer que pensaron que pediría trabajo de entrenador, deberían rogar para que los incluya.-


-¿Tú agente no se encargaría de arreglar todo?.-


-Lo hizo, solo que no me reconocieron.- Al decir esto señaló la gorra negra la cual tenía como propósito esconder su rubia cabellera.


-Tal parece que me equivoque, Tsumu.-


-¿Eh?.-


-Ni siquiera en Inarizaki te conocen.-


-¡Samu!.-


Ignorando totalmente la quejas que no se detuvieron, sonrió a la familia que acababa de ingresar, los cuales inmediatamente fueron atendidos por alguno de los empleados. -Bienvenidos, los atenderemos enseguida.- El oji gris salió de detrás de la barra para tomar a su hermano del cuello de la playera y arrastrarlo hasta la salida. –Tsumu, ya lárgate.-


....


Aun le asombraba como logró hacerlo, sobrevivió a su primera semana de clases y todo eso sin pisar la cancha, por lo que A-chan le había contado el resto del equipo estaba molesto por su ausencia en las pruebas pero aun así comprendían que lo que para la mayoría era insignificante para ella es mucho más complicado de lo que pensaba por lo cual decidieron dejarlo pasar.

Kitsune ni Chikadzukanai | HaikyuuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora