El caótico y típico ruido que inundaba el restaurante lograba volverlo tan animado a pesar de estar cerca de la hora en la que debía cerrar, la risa de los niños, pláticas entre adolescentes o la armonía de una cena familiar, el famoso restaurante de Onigiris de Osamu Miya dio grandes resultados desde que el menor de los hermanos consumo su idea en la inauguración de este, antiguos compañero de equipo, así como las familias de aquellos que lo apoyaban cuando era un jugador de preparatoria no dudaron en asistir.
Y a pesar de ser el dueño de un gran restaurante con algunas sucursales en otras prefecturas, el ex-jugador no dejaba de ayudar en la cocina como chef preparando gran parte de los pedido, también como mesero atendiendo a sus fieles clientes así como también a aquellos que visitaban su restaurante por primera vez, así que al ver una melena rubia que entro y se acercó a él comenzando a quejarse, contrario a lo que muchos pensarían, él estaba feliz de ver nuevamente a su molesto hermano mayor.
-Espero que tengas uno de mis Onigiris favoritos preparados por ti, ya que no viaje por siete horas para comer algo preparado por alguien más.-
-Tan exagerado como siempre, solo sería posible si hubieras realizado un viaje en autobús y al ser tú lo dudo mucho que lo hieras.- Mientras decía esto el oji-gris se encontraba llevando el pedido a una de las mesas saludando con un movimiento de cabeza al resto de las personas que se encontraban sentados, miro a quien era tan parecido a él y solo le sonrió de lado. –Tu vuelo duro aproximadamente una hora.-
-¡Que parecieron siete!, aparte ya no estoy acostumbrado al clima de Hyogo.-
-El clima de Tokio solo cambia por un par de grados y estamos en Abril, el clima es perfecto eres tú el que es un fenómeno que no puede adaptarse.- Continuo escuchando las quejas del recién llegado que era saludado por algunos viejos conocidos que anteriormente los apoyaban cuando jugaban en la Preparatoria, aunque a pesar de esto no dejaba de seguirlo hasta tomar un lugar en la barra, al girase observo como algunos susurraban cosas mientras daban miradas nada discretas hacia ellos.
-¡Callate Samu!.-
Algunos de los más antiguos clientes solo reían al ver que a pesar de los años la relación entre ambos gemelos no cambiaba para nada, la personalidad alocada, ruidosa y extravagante del mayor de los hermanos era totalmente lo contrario a la actitud relajada, armoniosa y tranquila del menor.
Después de un par de horas en las que el establecimiento se vacío por completo quedando solo los dos jóvenes adultos, uno de ellos esperando a que el otro terminara de probar la comida en su plato. –Sigues comiendo como un animal.-
El rubio se molestó, aunque sin dejar de comer siguió la discusión provocando que alrededor de su boca quedaran rastros de lo que ingería. -Sigue siendo un horrible hermano menor.-
-Y tú, una horrible persona, por cierto ¿En qué lugar te estas quedando? No creo que vayas a casa de nuestros padres.-
-Por supuesto que no, me hospedo en una habitación en un hotel que esta por el centro de la ciudad, deje mi equipaje y salí a caminar por la ciudad para perder el tiempo hasta que fuera hora de cerrar.- Tomo el pequeño recipiente que contenía el tan tradicional te que en esta ocasión su hermano había preparado personalmente. -Deberías considerar vender alcohol.-
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Kitsune ni Chikadzukanai | Haikyuu
Hayran Kurgu[Los personajes no me pertenecen son obra y creación de Haruichi Furudate.] || Atsumu Miya y Tu.|| El fuerte golpe logro que mis oídos dolieran, me moleste al notar que el volumen de mi computadora se encontraba al máximo, mi hermano sin duda la ha...
