Hogwarts, 1991-
-El primer año de Ron Weasley había iniciado hace dos meses. Y mientras el pequeño y último hijo varón de Arthur y Molly Weasley estaba en su clase de Transformaciones, un joven de quinto año se encontraba en su clase de Defensa Contra las Artes Oscuras. Aquel joven, era Hugo Blake; el primogénito de la familia de Sangre Pura Blake, pertenecientes desde los inicios del Mundo Mágico a los sagrados 29.
Hugo Anuar Blake, era el primero de dos hermanos. Él, siendo el mayor. Y Eva Rossaline Blake, quien cursaba apenas su primer año en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Mientras la azabache de ojos verdes había sido seleccionada en la casa de Gryffindor, gracias a la valentía que había heredado de su madre, Anne. Hugo estaba con su uniforme de Slytherin, al haber sido seleccionado en la casa de las serpientes hace cinco años, claramente gracias a la ambición heredada por su padre, Magnus.
El joven era de cabellos azabaches y ojos verdes, al igual que su hermana. Y ambos eran una perfecta combinación de sus progenitores. Mientras tenían el cabello azabache como su padre, los orbes color esmeralda los habían heredado de su madre, aquella rubia que siempre lucia elegante a cualquier lado del mundo, inclusive si era a su propio baño.
Mientras ambos varones estaban en sus clases, uno más atento a lo que su profesor explicaba, los padres de ambos se encontraban en el Ministerio de Magia Británica, al menos los patriarcas, quienes trabajaban en aquel lugar. Habían tenido algunas diferencias a pesar de estar en diferentes Departamentos, pero siempre era lo mismo entre Arthur y Magnus; siempre entraban a la misma hora, salían a la misma hora, caminaban a la misma hora hacia el mismo elevador. Era muy tedioso para ambos, pero así había sido su vida de los dos padres de familia desde que tenían memoria, quizá seis o siete años, no lo sabían con exactitud.
Pero esa mañana, por accidente, Arthur Weasley había derramado un poco de su té sobre una carpeta azul que Magnus llevaba en mano. El hombre de cabellos azabaches rápidamente se sobresaltó, sintiendo el deseo de querer golpear al pelirrojo apenas sintió el líquido hirviendo en su mano y en sus pergaminos tan importantes, que ya se habían arruinado gracias a la tinta que corría de forma brusca hacia abajo-
Magnus: ¡¿Pero qué has hecho?! -gritó enojado, mirando de la misma forma al pelirrojo, quien sonrió nervioso y dio un paso atrás en aquel ascensor-
Arthur: Lo siento, Magnus. -susurró apenado- Yo... no sé qué me pasó.
Magnus: ¿Cómo no vas a saber? Siempre eres un idiota. -escupió arisco-
Arthur: Perdón, en serio no fue mi intención. -lo miró apenado- Es que estoy nervioso. -suspiró- Quiero ir a hablar con el Ministro mismo y solicitar un ascenso...
Magnus: Portandote como un completo inútil no conseguirás más que una escoba y un trapeador, Weasley. -lo miró mal-
Arthur: Yo... -suspiró- En serio, lo lamento, Blake. Es solo que tengo siete hijos. Este año apenas y nos alcanzó para comprarle los libros de segunda mano a mi último hijo varón. -lo miró- Es su primer año en Hogwarts. -sonrió orgulloso- Pero el siguiente año entra mi hija menor, Ginny. -suspiró- Y los gemelos, Fred y George, sé que sus libros del año que vienen serán más caros, lo sé, lo viví con Percy, Charlie y Bill. Mis tres hijos mayores...
Magnus: No me interesa lo que digas, Weasley.
Arthur: Lo sé. -suspiró- Es solo que quiero evitar que los malos pensamientos me acompañen. Siempre es bueno desahogarse y dejarlos ir.
Magnus: ¿Qué? -miró perplejo al pelirrojo-
Arthur: Nada, solo estoy intentando dejar ir el mal augurio. Necesito dinero lamentablemente. Siete hijos no es nada fácil. ¿Tienes hijos, Magnus? -le sonrió amable-
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BLAKE
FanfictionRon Weasley aprenderá sobre el amor cuando empiece a conocer sobre sus preferencias, sobre su orientación, sobre la vida, y sobre la forma en que un agradable azabache de ojos verdes unos años mayor a él, lo trata conforme va creciendo-.