C: 3 - PENAS DE UN MENOR

374 51 163
                                    

Mansión Blake-

—Cuando la cena de los Blake iba casi terminando, cuando todos estaban perfectamente ocupados y satisfechos con aquel helado de menta que habían servido después de innumerables y exquisitos platillos, un elfo doméstico llegó al lado donde los Weasley estaban sentados, junto a una bandeja de plata que contenía un plato hondo con más helado de lo que ya todos tenían servidos en las mismas porciones.

Cuando el pequeño y joven elfo quedó a un lado de Ron Weasley, este, sin inmutarse, por estar tan entretenido comiendo con tanta velocidad, su helado sobre la mesa. El elfo se aclaro la garganta, con un tono de voz un poco bajo, pero audible para los pelirrojos, y para el menor de los menores, ver a aquel ser fue algo confuso-

Brutus: El amo Blake ha enviado este plato solo para usted, joven. -murmuró en voz baja, alzando más la charola, la cual ahora estaba sobre su cabeza-

-Ron se confundió al escuchar eso, llevando de inmediato su vista a Magnus Blake, pero el hombre estaba tan sumergido en una platica con Lucius y el nuevo padrastro de Blaise Zabini.

Entonces Ron miró a Anne Blake, pero la mujer también estaba en su propio mundo, hablando con Molly, y Narcissa, al mismo tiempo, al tenerlas cercas a ambas.

El pelirrojo miró a su amiga, buscando una respuesta a lo que pasaba, pero al verla reírse de lo que sea que Marcus Flint le haya dicho, se perdió más de lo que ya estaba.

Y no fue hasta que se giró para ver al último de aquella familia, a Hugo Blake, que se sorprendió al darse cuenta de lo que pasaba realmente. Hugo ya tenía su mirada puesta sobre él, y apenas hicieron contacto visual, el azabache le guiñó un ojo, sirviéndose un poco de helado en su cuchara de plata, y llevándoselo a la boca, bajo la atenta mirada del pelirrojo menor, quien al ver eso, se sonrojó a más no poder, bajando su vista a su propia copa de helado que ya estaba a la mitad.

Pero al ver la charola a su lado, aún, siendo sostenida por el elfo a quien ya le temblaban las pequeñas y flácidas manos, suspiró rendido, agarrando el plato lleno de helado, haciendo que por fin la criatura suspirara de alivio, y bajara la charola.

Brutus dio una pequeña reverencia al pelirrojo, y tronando sus dedos, desapareció-

Ginny: ¿Por qué ese elfo te dio más helado a ti? -pregunto confundida, pero ofendida al no recibir el mismo trato-

Ron: No lo sé, Ginny. -respondió con inocencia, no queriendo mencionar lo que acababa de pasar-

Ginny: Seguro fue porque eres amigo de la hija de los Blake. -suspiró- Cuando entre a Hogwarts me llevare con ella, así quizá el año que viene nos invitan otra vez, y esta vez, si me den mi porción extra. -sonrió ilusionada-

Ron: Como sea, solo come. -la miró con una mueca-

-Ginny, rendida, obedeció. Y cuando Ron quedó otra vez sin alguien mirándolo, alzó su vista, mirando de reojo a Hugo, quien ahora estaba riendo e intentando ocultar una carcajada, mientras Marcus Flint, quien estaba a su lado, lo veía sonrojado y divertido.

Aquello le había parecido curioso al pelirrojo. No pensó en que los mejores amigos se sonrojaran de la forma en que Marcus lo hacía con Hugo. Quizá solo veía mal, pero aún así, hizo una mueca, regresando su vista a su plato y su copa de helado, sonriendo con emoción al saber que tenía helado extra-

BLAKE  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora