Parasito || Sunki HIATUS

2.6

—¡Déjame abrazarte!— gritó Minseo persiguiendo a Sunoo quien se escabullía de ella con una sonrisa apenada. —¡Dame el nombre de tu novia o déjame abrazarte! 

—No tengo novia.— No mintió. 

Tenían una clase libre porque la profesora los había dejado para asistir a una junta, así que, si bien no podían salir a la azotea o a otros lados si podían estar en el aula haciendo cuanto ruido quisieran, porque otros profesores también estaban en la junta menos los vigilantes de pasillo. Niki suspiró guardando sus cosas sin interés. Quería ir a casa y dormir un rato más, olvidarse del pequeño estrés que eran sus clases. 

—¡Kim Sunoo déjame abrazarte!— gritó Minseo haciendo un puchero, lo que ocasionó la risa de todos.  —¡Sunhee! ¡Dile algo!— giró hacia la chica quien le sonrió amablemente. 

—Sunoo, al menos podrías darnos una pista.— Dijo Sunhee con tranquilidad mientras acomodaba su cabello. Parecía más lacio que antes, o parecía ser menos ¿ella estaba perdiendo el cabello? Sacudió su cabeza intentando no pensar en eso. 

—Bien, la pista es esta— Habló Sunoo llamando la atención de todos, incluso de los que no estaban verdaderamente interesados. —No-tengo-una-novia. 

—¿Entonces es un novio?— Preguntó Minseo con inocencia, ella viéndose como una niña confundida. 

Todos soltaron una carcajada, quizás más por el rostro desconcertado de Minseo que por la pregunta en sí. Niki bajó la cabeza. Si ellos se enteraban de que Niki era el novio ¿se burlarían de él? Sunoo merecía algo mejor, alguien que le pudiera regresar todo los mimos y palabras bonitas, que le recordara lo buena persona que era. Alguien que no sintiera miedo de decir que era su pareja y lo presentara orgullosamente. 

—Apuesto que la novia es Sunhee.— Dijo Heeseung en voz alta con una sonrisa. 

—¡También lo apuesto!— gritó otro de sus amigos. —Y si no lo es dejaré de creer en el amor. 

Sunoo se rió en voz alta a la par que los demás mientras que Sunhee negaba con ambas manos, ella viéndose realmente linda e inocente. Niki la miró por largo tiempo, no por celos, sino por que sus manos se veían sumamente delgadas y transparentes, sus vasos sanguíneos podrían brillar en sus colores si hubiera un poco más de luz. Pensó que era el único que lo había notado, pero cuando giró encontró la mirada de Sunghoon puesta sobre la chica, e igual que Niki él se veía curioso al respecto.